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Los usuarios de YouTube no tienen el control sobre la gestión de los vídeos que sugiere la plataforma en base a su actividad, pues no solo los mecanismos que ofrece no son efectivos sino que las malas recomendaciones acaban aparecieron con el tiempo, según se desprende del último estudio de Fundación Mozilla.

El algoritmo de recomendaciones de YouTube parte de la actividad anterior del usuario para sugerir otros vídeos relacionados con sus intereses, pero los resultados que en ocasiones ofrece han suscitado polémicas y promovido investigaciones que han intentado comprender su funcionamiento.

Una de las voces que se han posicionado en contra de este algoritmo es la del desarrollador Guillaume Chalot, uno de los ingenieros responsables de su programación, que en 2019 aludió a su capacidad para consumir el tiempo de los espectadores.

YouTube, en cambio, ha defendido su papel para combatir la desinformación, en tanto que han mejorado con el tiempo el algoritmo para que priorice contenidos autorizados contra los bulos y las teorías de la conspiración.

La compañía asegura que los usuarios pueden gestionar las recomendaciones a partir de su actividad en YouTube, Chrome y Google, mediante acciones concretas como eliminar determinados vídeos del historial de reproducciones y el historial de búsquedas, pausar estos historiales o borrarlos directamente.

Otra posibilidad que tiene el usuario es indicar en el propio vídeo si se corresponde con el tema que estaba buscando o si no le interesa, pero también a través de los botones 'Me Gusta' o 'No me Gusta'. Precisamente estas acciones son las que ha tenido en cuenta Fundación Mozilla en su último estudio, en el que ha analizado si se trata de opciones efectivas para gestionar el algoritmo de recomendaciones.

Sobre una muestra de la actividad de 22.722 voluntarios, 2.758 personas encuestadas y 567.880.195 vídeos, la conclusión del estudio de Mozilla es que la gente no tiene el control sobre lo que se muestra en las recomendaciones de YouTube.

Atendiendo a lo que han denominado malas recomendaciones, es decir, un vídeo recomendado que es similar a otro que previamente ha rechazado el usuario, frente al grupo de control, al que se le mostraron un 39 por ciento de malas recomendaciones, los usuarios que utilizaron el botón 'No Me gusta' obtuvieron un 35 por ciento, mismo porcentaje que vieron aquellos que habían indicado que no estaban interesados.

Quienes optaron por eliminar el vídeo del historial obtuvieron un 28 por ciento de malas recomendaciones, mientras que los usuarios que marcaron 'No recomendarme este canal' redujeron su aparición al 22 por ciento.

Por efectividad, Fundación Mozilla destaca en su estudio que la opción 'No recomendarme este canal' aparece como la que evita el mayor número de malas recomendaciones (43%), seguido de la eliminación del historial de reproducciones (29%), mientras que 'No me interesa' (11%) y 'No me gusta' (12%) se presentan como las menos efectivas.

Otra de las conclusiones del estudio es que las malas recomendaciones acaban por aparecer con el tiempo, pese al uso de los distintos mecanismos que ofrece YouTube para gestionar las recomendaciones.

Desde Fundación Mozilla defienden que «las herramientas de comentarios deberían permitir a las personas dar forma proactiva a su experiencia», y por ello instan a YouTube a "proporcionar a las personas información clara sobre los pasos que pueden dar para influir en sus recomendaciones« debido, además, capacitarlas para usar esas herramientas. También cree que debería »mejorar sus herramientas de acceso a datos".