El malagueño Alejandro Romero, padre del pequeño Óliver. | Efe - Marta Perez

TW

En la vida del pequeño Óliver, afectado por un tumor cerebral, se cruzó «un ángel de la guarda» conmovido por el drama de un niño de la misma edad que su hijo. Empresario solvente decidió contactar con la familia del menor, que se encontraba desde hace un tiempo en México tras dejar Málaga por razones laborales, y ofrecerles toda la ayuda necesaria para poder regresar a España. Así se resolvía el primer escollo, el más importante, trasladar a Óliver al Sant Joan de Déu de Barcelona para poder operarlo de urgencia. Su vida corría peligro. Pese a que ha querido mantenerse en el anonimato, era una de las dos condiciones que les puso, ha trascendido, y así lo publica el periódico Sur, lo que le motivó a ayudar a esta familia española: «No hay nada mejor en lo que yo pueda gastar el dinero».

Noticias relacionadas

Concretamente, este donante anónimo aportó cerca de 200.000 euros para sufragar los gastos de avión medicalizado que este miércoles aterrizaba en España procedente de Cancún. Una donación que, sin duda, abrió una vía de esperanza para la familia de Óliver tras recibir el peor de los diagnósticos y la confirmación de que en México no tenían los medios para extirparle el tumor. Afortunadamente, el pequeño ya se encuentra en manos de los médicos en España, que le están realizando nuevas pruebas para confirmar su estado, ver la evolución del tumor y la intervención que deben realizarle. Este mismo jueves está previsto que le realicen un TAC y una resonancia.

Alejandro, padre de Óliver, se ha mostrado muy agradecido a su llegada a España por el gesto de este empresario, que les ingresó el dinero necesario tan solo horas después de contactar con ellos. «Él asumió todos los gastos sin pedir nada a cambio, solo el anonimato y la factura del cargo ya que la necesita para justificarla en Hacienda», recuerda la familia, quien confirma que además ha seguido muy pendiente de todo y del estado de salud del pequeño.