Sonsoles Ónega, este lunes, con el Premio Planeta. | R.C.

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En la primera rueda de prensa como ganadora del 72 Premio Planeta por Las hijas de la criada, Sonsoles Ónega (Madrid, 1977) avisaba que no dejaría de acudir el lunes al programa televisivo que presenta, a pesar de las exigencias editoriales. Y es que muchas preguntas de los periodistas fueron en ese sentido, para saber si la gran apuesta de Atresmedia podría combinar una carrera literaria ahora impulsada con el Planeta del millón de euros, que han ganado autores tan prestigiosos como Mario Vargas Llosa, Ana María Matute o Manuel vázquez Montalbán, con la profesión de presentadora mediática.

Habrá que esperar al 8 de noviembre para leer Las hijas de la criada. Ese día comenzará una gira por toda España, al lado del finalista Alfonso Goizueta Alfaro, el jovencísimo e inesperado compañero de promoción literaria. La primera edición de la novela contará con 200.000 ejemplares.

«He escrito esta novela en los camerinos de dos cadenas de televisión, durante fines de semanas y robándole el tiempo a mis hijos, yo soy una escritora a tiempo parcial», respondía Ónega, quien desveló que «mi hijo Gonzalo conoció a uno de los escritores bajo el seudónimo de Carmen Mola y me preguntó por qué yo no me presentaba al Planeta, y aquí está, yo que me he presentado, casi siempre sin éxito, a todos los certámenes literarios posibles».

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Ónega afirmó que «estoy muy contenta de no haber cedido, de haber aguantado y haber salido adelante con mi carrera literaria, buscando mi propia voz y que sea reconocida por los lectores».

Galicia

De Las hijas de la criada, la periodista avanzó que «narra las vicisitudes de la familia gallega Valdés, que empezó haciendo una fortuna en el siglo XIX con el negocio de la sal, siguió con el azúcar en Cuba y regresó a Galicia para dedicarse a la industria conservera», y destacó que «la industria conservera no ha sido justa con las mujeres, que se dejaron las manos limpiando el pescado, esta novela hace justicia con ellas».

En la trama, la identidad de dos niñas se cambia al nacer, engendradas por el mismo hombre de mujeres distintas, una rica y otra pobre. «Esa es la venganza cruel de la criada, que cambia las cunas», apuntó Ónega, quien añadió que «en la novela hay amor y desamor, y se persigue de forma incensante la verdad».

La autora sacó la idea del intercambio de identidades de un programa que presentó en el año 2021. «Eran dos niñas de Logroño, me impactó el caso y, a partir de ahí, fui decidiendo el contexto histórico para la novela y el paisaje de la Galicia mágica de mi infancia».