Núria Coll es la gerente Autocaravaning Menorca | Josep Bagur Gomila

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Mas allá del hotel, del apartamento, de la cotizada residencia de los amigos o de la vivienda vacacional teóricamente legalizada, existen desde este año nuevas posibilidades de hacer turismo en Menorca. Viajar en autocaravana se ha convertido desde hace décadas en una experiencia singular para recorrer mundo, que ofrece la independencia de poder moverse con toda la casa a cuestas. En la isla existe una afición firme por el autocaravaning y prueba de ello es que existe una asociación constituida hace tres años por un grupo de antiguos socios del Caravaning Club de Menorca fundado en 1984 y amigos de la plataforma Autocaravaning Club de Menorca.

Una afición que Núria Coll comparte con su familia y en la que ha decidido invertir, creando Autocaravaning Menorca, una empresa de alquiler que ofrece la posibilidad de disfrutar de este tipo de turismo independiente por primera vez desde la isla. Abrieron en Semana Santa y este verano han podido vivir su primera temporada turística con toda la flota en movimiento.

SIN LÍMITES. La idea surgió gracias a la vivencia personal de Núria Coll a través de la que descubrió una forma inmejorable de compartir los ratos libres con su marido y sus tres hijos, redescubriendo Menorca y pudiendo seleccionar cualquier rincón donde disfrutar del paisaje y pasar el fin de semana. Una vivencia transformada en empresa y con sede en el polígono industrial de Ferreries, en el que desde abril de este año disponen de cuatro vehículos a punto para alquilar. "Es un negocio con el que hemos querido cubrir un nicho de mercado que tenía Menorca y con el que hemos obtenido una respuesta francamente positiva, no solo del propio residente que nos la alquila para dos o tres días, sino también del cliente que nos ha encontrado por internet y ha venido de vacaciones por primera vez a la isla", explica la gerente.

Desplazarse por la isla pero también con la posibilidad de salir más allá de sus límites para recorrer el resto de Balears o incluso Europa entera porque los kilómetros los decide el cliente en función de los días de alquiler. "Con la autocaravana puedes aparcar en cualquier sitio donde lo harías con otro vehículo. Lo que sería acampar, extrayendo el toldo y montando todos los accesorios disponibles, únicamente se permite hacer en campings. En este sentido, como Menorca solo dispone de dos instalaciones al uso y una única área de servicio adaptada para este tipo de vehículos, nosotros hemos habilitado una segunda en el propio polígono de Ferreries para el cuidado y mantenimiento o por ejemplo, el tema de las aguas grises y negras", explica Coll. "De todos modos, las autocaravanas son como apartamentos rodantes que disponen no solo de camas, lavabo y ducha, sino también de un comedor o salón en el que se puede hacer vida con toda la familia", detalla. "Ofrecemos distintos modelos, desde los integrales a la típica capuchina que tiene forma ovalada y una cama fija. En las integrales los asientos del conductor y acompañante son giratorios, permitiendo acoger hasta seis personas", comenta Núria Coll. "Van completamente equipadas, incluso con placas solares para el consumo de energía. La cocina, la nevera y el agua caliente funcionan con gas", añade. Otra ventaja es que no se necesita ningún carnet específico más allá del permiso habitual para conducir.

Desde la empresa se ofrecen a los clientes todo tipo de explicaciones sobre qué hacer en Menorca pero su próxima idea es poder editar unas guías más específicas que incluyan sugerencias de rutas y rincones recomendados de la isla para poder disfrutar mejor del paisaje y de la naturaleza. Sin duda los aficionados a este tipo de turismo independiente estarán de enhorabuena con las posibilidades que desde este año ofrece este nuevo negocio.