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En el año de la recuperación de la tecnología y del auge de la inteligencia artificial con todo lo que conlleva para subsectores tecnológicos (ciberseguridad, semiconductores, big data…), el IBEX, huérfano de estas empresas, sigue mostrando fortaleza. Pero la ausencia de la tecnología no es el único hándicap para la bolsa española. Otro es el gran peso financiero: la subida de tipos de interés, que hacía mejorar los márgenes de los bancos (mucho lector habrá sufrido incrementos de hipoteca que son beneficios para el banco) e impulsó el sector en bolsa, este año lo podría penalizar.

La subida de tipos excesiva les empieza a perjudicar. Por una parte afecta a su negocio directo porque provoca una ralentización económica que hace que sus clientes hagan menos negocio (tanto empresas como particulares), además la subida de cuotas hipotecarias puede provocar impagos. Por otra, perjudica a su balance: los bonos que tienen en cartera, que antes les compraba el Banco Central para darles liquidez, ya han caído mucho de precio (subida de tipos provoca, de forma matemática, caída de precio de la renta fija). Aún así, los bancos están aguantando muy bien, especialmente los más grandes (con más peso en el selectivo).

El último problema que podría afectar a la bolsa española es la incertidumbre política: el resultado de las elecciones autonómicas y locales han provocado un adelanto electoral para el Gobierno central, algo que los mercados no suelen ver muy bien ya que genera incertidumbre legislativa (no olvidemos el impacto del impuesto a la banca y las eléctricas a los beneficios presentados este trimestre por estas empresas).

Con todo ello, como se ha comentado anteriormente, el rango del IBEX está entre 9.000 y 9.500 puntos. Cualquier rotura de estos niveles puede provocar un fuerte movimiento: por arriba los 10.000 puntos son muy mediáticos pero realmente el objetivo real serían los 11.200 a largo plazo.
Para ello, sus principales componentes también deberían consolidar la tendencia alcista. Iberdrola, principal compañía del Ibex y, por tanto, la más relevante de uno de los sectores líderes, está buscando máximos históricos por encima de la gran resistencia de 11 euros, nivel que hoy es un soporte fundamental.

Los dos grandes bancos tienen una situación similar al Ibex, moviéndose entre dos niveles claves: 3-3,33 euros para el Santander y 6,16-6,87 euros para el BBVA. En ambos casos, mucho más cerca de la parte alta; por lo tanto un impulso podría hacer que pasen a un siguiente «nivel».
Menos buena es la situación de Telefónica (aunque cada vez tiene menos peso): la pérdida de los 3,80 le coloca en una situación delicada. Todo lo contrario que Inditex que, aupada por sus últimos resultados conocidos la semana pasada, está en clara tendencia alcista marcando varios máximos históricos consecutivos.

Por último, sin ser máximos históricos, las subidas verticales de Amadeus (6ª por peso en el Ibex) también muestran una clara tendencia alcista que no correría peligro de no perder los 65 euros.