El nuevo presidente de Ashome, Sebastià Triay Fayas, considera que la ecotasa debería revertir también en el sector primario. | Josep Bagur Gomila

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El empresario y promotor hotelero Sebastián Triay Fayas ha asumido este mes de junio la presidencia de la Asociación Hotelera de Menorca. Copropietario junto a su esposa, Antonia Amorós, del Grupo Sagitario Hotels, gestionan diez establecimientos y cinco explotaciones agrícolas. Incombustible, Triay Fayas es una persona inquieta y trabajadora que lleva cincuenta años en el negocio turístico.

¿De dónde saca la energía y el tiempo para asumir un nuevo reto como este?
Yo soy así, no paro. Tengo la ventaja que duermo poco y mal, con lo que a las 4 de la madrugada ya estoy en pie haciendo cosas. Trabajo siete días a la semana, treinta o treinta un días al mes. Es lo que he hecho toda la vida y tengo 72…

La temporada turística todavía no ha acabado, pero ¿cuál es la valoración?
La temporada empezó con demasiada euforia por parte de todos porque había en la retina el recuerdo de lo que vivimos en 2022. Este punto de partida limitó demasiado la venta anticipada y nos equivocamos, ya que la turoperación desvió turistas a Grecia y Turquía. Cuando vimos que se acercaba mayo se tuvo que empezar a hacer ofertas, cerrando con un 54% de ocupación. Junio mejoró hasta un 74%, cinco puntos por debajo de 2022. En julio y agosto también hemos estado en 93% y 95% respectivamente. De momento, hasta el 11 de septiembre parece que las cifras son buenas pero más allá es una incógnita.

¿Esto significa que 2022 fue un poco un espejismo y lo que ha sucedido este año es una foto más aproximada de Menorca?
El año pasado llegamos hasta noviembre con gran parte de la planta hotelera abierta y esta temporada no será igual. No se puede dejar de hacer promoción por parte de la Fundació Foment del Turisme y esto es un error porque no estamos aprovechando el hecho que ahora tenemos las competencias para poder hacerlo.

¿A qué se refiere con hacer promoción? Durante el año Menorca asiste a tal o cual feria para hacer promoción del destino, ¿no?
Una cosa es asistir a las distintas ferias enviando un técnico de la Fundación Turismo dentro de un estand y otra muy distinta es hacer una campaña en el extranjero con tus propios medios. Esto se ha dejado de hacer y se ha desviado el dinero a favor de eventos varios o acciones que son pinceladas y se diluyen en su concepción de lo que se entiende por promocionar un destino. En materia de conectividad sí que se han hecho esfuerzos que han dado sus frutos, pero en promoción se ha dejado de hacer.

¿De verdad nos falta más promoción? No será para julio y agosto…
En verano ya sabemos que es más fácil conseguir buenas ocupaciones pero tenemos que aspirar a que los hoteles puedan abrir, en vez de seis meses, como mínimo ocho o nueve. Promoción y conectividad tienen que ir de la mano y por ello vamos a pedir que se recupere el dinero para poder llevarlo a cabo y evitar que se lo lleven otros departamentos. Repito, en materia de conectividad se ha hecho un gran trabajo.

Pero las compañías aéreas están diciendo que no van a continuar con el enlace hibernal con París o con Londres… ¿qué está pasando?
No conocemos los detalles, porque no estamos en estas reuniones en la que nos gustaría también participar para aportar nuestra experiencia. Lo que si sabemos es que una compañía aérea por sí sola no puede llenar los aviones y hace falta que el destino también haga una tarea de promoción para ayudarlos. Es un trabajo en conjunto con todos los actores que intervenimos donde, también, hará falta que los hoteles, los restaurantes y las actividades complementarias estén abiertas.

¿Confían en el Imserso para octubre y noviembre para ayudar a la temporada?
Creo que este año no vamos a poder tener este turismo para final de temporada. Además de que en estos momentos hay una guerra abierta entre operadores, se ha perdido la oportunidad de reformular los pliegos de condiciones de estos programas donde cada vez hay más hoteles que se dan de baja. Durante la pandemia las patronales hoteleras estuvimos trabajando en modernizar estos programas e hicimos nuestras aportaciones pero no se ha querido aprovechar, siguiendo con lo de siempre.

Lo que se ha notado en Menorca este año es un incremento de precios a nivel generalizado que lo han convertido en un destino caro. ¿Cree que puede estar en riesgo el modelo de turismo familiar que teníamos?
El tema del precio es un tema delicado que viene motivado por esta inflación que nos toca a todos y que perjudica la economía familiar en general. Los hoteles solo hemos hecho una subida entre un 5% y un 6% de nuestras tarifas, sacrificando con nuestros márgenes de todos los costes de energía, alimentación y demás. Esperamos que la situación se pueda revertir para beneficio de todos. No aspiramos a ser un destino elitista, sino de calidad.

El año pasado se habló mucho de masificación y este es un tema que nos perjudica como destino. ¿Qué medidas se pueden tomar?
Este año no ha habido masificación, taxis no creo que hayan faltado y pese a que había gente no podemos hablar de masificación. Buscar el equilibrio no es fácil y repartir la gente fuera de los meses punta no es una tarea de hoy para mañana. Si durante julio y agosto apostamos mayoritariamente por el turismo nacional e italiano no vamos a conseguir que las cosas cambien. ¿Me pide medidas? Pues le puedo proponer una para Ciutadella donde los días que hay mercadillo, la zona del centro se colapsa. ¿Por qué no desplazamos estos mercadillos a otras plazas del casco urbano y evitamos que todo se concentre siempre en el mismo sitio?

Y de la limitación de vehículos como en Formentera, ¿qué me dice?
Sigue existiendo un problema que contribuye a esta sensación de densidad de vehículos y es el lamentable estado de nuestras infraestructuras, que no han mejorado, como sí lo hemos hecho el resto del sector privado, modernizando y renovando nuestros establecimientos. La carretera se ha convertido en un tema político, no técnico.

¿Cómo ha ido la temporada a nivel de falta de recursos humanos?
Ha sido otra vez uno de los retos con los que ha tenido que lidiar nuestro sector y que sabemos que también afecta a muchos otros sectores. Como te decía, el convenio del sector de hostelería es el mejor de nuestro país y por ello tenemos que ser capaces de trasladar a las personas que trabajar en turismo no es ningún desmérito, al contrario. Poder desarrollar una carrera profesional en una empresa turística tiene que ser un orgullo y no nos debe avergonzar que nuestros hijos quieran hacerlo. Me gustaría que se recobrase este espíritu y al mismo tiempo que se recupere la figura del aprendiz para que el acceso a los puestos de trabajo sea el camino de la profesionalización.

¿Qué le parece que el nuevo gobierno siga manteniendo la ecotasa? ¿No se criticaba que nos restaba competitividad?
No deja de ser cierto que nos quita competitividad respecto a otros destinos, pero viendo que es un impuesto que ha venido para quedarse lo que hay que hacer es corregir los vicios y defectos que tiene. Nuestra petición siempre va a ser que se revierta en inversiones muy necesarias como la mejora de las urbanizaciones turísticas, no solo para embellecerlas sino actuando desde el inicio. Tenemos problemas de agua porque las canalizaciones son de los años sesenta, la mayoría de fibrocemento con la mínima presión se quiebra. A la gente del campo, que son los mantenedores del paisaje, también tendría que participar en este reparto. Lo único que no vemos bien es que los residentes también tengamos que soportar este impuesto cuando nos movemos entre islas, no es justo.

¿Qué tiene que pasar con la ley turística?
Hay que trabajarla y hay que hacerla de nuevo porque somos una comunidad autónoma turística y tenemos que aspirar a tener una ley innovadora que sea un ejemplo. De igual modo que tenemos el mejor convenio de hostelería de toda España. Para ello, hace falta eliminar la burocracia que lleva asociada esta normativa. Queremos dar una vuelta al decreto de clasificación hotelera y queremos que algunos de los requisitos que incluye la última ley de circularidad se revisen para que los que son buenos se queden como requisitos a tener en cuenta para la clasificación hotelera. Queremos, también, que se elimine la moratoria y que se apueste por un crecimiento sostenible.

Usted es una persona del sector hotelero pero muy ligada al campo menorquín y por ello ya ha manifestado que tiene intención de llevar a cabo acciones en este sentido. ¿Me las puede concretar?
Cuando te haces mayor trabajas más con el corazón que con la cabeza. Nuestro grupo hotelero ha tenido siempre una relación especial con el campo y en los últimos seis años hemos invertido más de 12 millones de euros en la compra, rehabilitación, innovación y mantenimiento de diversas fincas que nos proporcionan el 45% del producto que se consume en nuestros establecimientos. Yo no pretendo que el sector hotelero se mueva en estos porcentajes pero me gustaría que el 3% de obligatoriedad que marca la normativa sea mucho más ambiciosa e influya en obtener más puntos para la clasificación hotelera.