Ricardo Lluch, a la izquierda, es el presidente de la Asociación de Empresas de Instalaciones Eléctricas y de Telecomunicaciones.

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El sector de instaladores eléctricos de Menorca está viviendo uno de sus mejores momentos de la historia, propiciado por el «boom» de las energías renovables y especialmente de las fotovoltaicas que ha venido impulsado, no solo por las distintas convocatorias de subvenciones y ayudas públicas, sino también gracias a una mayor concienciación en la producción de energías limpias y la escalada de precios que se han venido produciendo en la compra de energía en el sector eléctrico.

Un auge del autoconsumo que viene reflejado en los datos facilitados por parte de la Dirección General de Energía y Cambio Climático del Govern de les Illes Balears en la que Menorca ha pasado de tener 173 instalaciones de autoconsumo en 2019 a las 1.259 actuales, lo que supone un aumento del 628 por ciento. Uno de los actores principales en primera línea de toda esta revolución es la Asociación de Empresa de Instalaciones Eléctricas y de Telecomunicaciones de Menorca (Aseime), entidad constituida hace 46 años por un grupo de empresarios en la defensa de los intereses de los electricistas en el ámbito de Menorca que también aglutina a las empresas de instalaciones en el campo de las telecomunicaciones e integrada en la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Menorca. Cuenta con 91 empresas asociadas y un total de 381 empleados instaladores.

FORMACIÓN. Esta semana Menorca ha acogido en la sede Pime Menorca de Maó, una jornada de presentación de distintas marcas de referencia del sector eléctrico para dar a conocer productos relacionados con la producción fotovoltaica así como de estructuras y fijaciones para este tipo de instalaciones, una actividad recurrente que desde Aseime vienen organizando para formar y capacitar a sus instaladores eléctricos.

El auge del autoconsumo ha provocado una necesidad de capacitación y formación de los instaladores eléctricos en todo aquello que tiene que ver con elementos como paneles fotovoltaicos, inversores, baterías, medidores y otros accesorios. Y es que como asociación y como profesionales del sector, uno de los grandes retos que tienen es la evidente falta de mano de obra cualificada. «Tener personal cualificado es clave, ya no solo por las exigencias de la regulación del sector, sino para asegurar el buen funcionamiento de cualquier instalación», explica Ricardo Lluch, presidente de Aseime desde 2018 y propietario de una empresa instaladora. «El problema es que cada vez es más complicado encontrar trabajadores porque la formación profesional siempre ha tenido un menor reconocimiento y muchos jóvenes optan por otras vías», comenta.

Como instaladores defienden que el suyo es un sector atractivo, con grandes posibilidades, en auge y bien remunerado. «Necesitamos la colaboración de la administración y los responsables de educación para conseguir no solo implementar y mantener la formación, sino también para conseguir este cambio de paradigma en la FP», reclama Lluch.

RED ELÉCTRICA. Pero uno de los grandes problemas con los que tiene que lidiar, también actualmente el sector en Menorca, viene generado por el mal estado de la red eléctrica. «En ciertos momentos del día puede darse el caso de que haya un excedente de producción eléctrica gracias a las instalaciones de autoconsumo. Este hecho implica verter la energía sobrante a la red pero en muchos puntos de la isla, debido a este mal estado de la red, se producen cortes por sobretensión», explica el presidente de la entidad, Ricardo Lluch. «Es imprescindible una inversión para mejorar la red o cada vez más vamos a sufrir cortes en momentos de máxima producción, especialmente en verano, con las consecuencias que puede provocar en hora punta para particulares y para todos los negocios», advierten seriamente desde la asociación.

Otro problema derivado y que los instaladores padecen son problemas en sus comunicaciones con la distribuidora eléctrica de Balears, lo cual provoca retrasos en la ejecución de diversos trabajos, como por ejemplo, cuando tienen que llevar a cabo redes de baja tensión o las acometidas eléctricas. «Es urgente y así lo hemos reclamando en diferentes ocasiones, que exista un canal directo para los profesionales con el personal técnico de la compañía», añade.

BUROCRACIA. Otro de los retos a los que se enfrenta el sector es el burocrático y en este sentido la labor que realiza Aseime de mediación y gestión ante la administración, especialmente con la Dirección General de Industria del Govern Balear, con el Consell Insular de Menorca o los distintos ayuntamientos de la isla es uno de sus cometidos. «Trabajamos habitualmente con todos estos organismos cuyas relaciones son fluidas y constantes pero siempre pedimos una mayor agilización de los trámites administrativos de las dos oficinas que la Dirección General de Industria dispone en Menorca», detalla Ricardo Lluch.

«Necesitamos una administración ágil, que colabore, oriente y guíe en vez de entorpecer la actividad con trabas burocráticas y diferentes procedimientos», añade el presidente de Aseime. «Un ejemplo son las convocatorias de ayudas que existen y que en muchas ocasiones quedan atascadas por errores de la propia administración o porque no se notifican a los interesados», comenta.

Y dentro de esta relación con la administración, la entidad también trabaja en actuaciones dirigidas al control del intrusismo profesional, un problema generalizado que afecta a todas las empresas instaladoras autorizadas en nuestro país. «Nos sorprende la inoperancia de la administración que debería velar por la legalidad en nuestro sector y que en Menorca, como en otras regiones turísticas en las que se recibe a un gran número de personas de otros países que tienen casa, se producen muchos casos de actividades no reglamentarias que no se deberían a tolerar», concluye Lluch.

FENIE. Una de las ventajas de Aseime es que es miembro de la Federación Nacional de Empresas de Instalaciones Eléctricas, Telecomunicaciones y Climatización de España (Fenie), que sirve para poder estar al día de todas las cuestiones técnicas y legales nuevas que surgen, así como también les permite participar en las cuestiones reivindicativas del sector en los ámbitos territoriales y nacionales. En este sentido, Fenie está integrado por más de 70 asociaciones a nivel nacional y representa al colectivo de empresas instaladoras, formando parte de diferentes grupos de trabajo para encontrar soluciones para el sector, entre otras acciones.