Pues bien, tras los buenos números de la gran banca norteamericana, esta semana los europeos han comenzado a publicar resultados, los del cuarto trimestre del año pasado. Además, en esta ocasión son más esperados, tanto por los resultados obtenidos como en las perspectivas «guidance» cara al futuro cercano y se seguirán muy de cerca tanto estos como los de los próximos trimestres debido al cambio de las políticas monetarias.
Los principales bancos centrales han puesto fin a la subida de tipos de interés y se pronostica que tanto Europa como Estados Unidos los bajen en este 2024 (la duda es si las bajadas serán el primer, segundo o tercer trimestre) y en la banca es muy importante. Los préstamos son un «juego de suma cero»: todo lo que, por la subida del Euribor (muy vinculado al tipo oficial del BCE), pagan de más los hipotecados y las empresas con pólizas a tipo variable, lo ingresan extra los bancos.
Desde luego, esta subida de tipos ha sido un alivio para las entidades financieras tras seis años de tipos de interés negativos que les hundieron en bolsa (ese mismo juego de suma cero les perjudicó mucho). Tanto BBVA como Banco Santander, los dos más grandes de España lo han hecho esta semana y con unos números muy buenos, batiendo récords en ambos casos, y superando estimaciones tanto en beneficios como en ingresos, algo fundamental ya que provoca un recálculo de valoración entre los analistas.
Sin embargo, la duda está en qué pasará a partir de ahora: si a estas empresas les ha ido tan mal los tipos negativos y tan bien la subida de los mismos, ¿qué pasará en este 2024 que volverán a bajar?
De hecho, aunque las previsiones son buenas, BBVA ya ha mostrado cierta relajación en los márgenes debido a la bajada de tipos del mercado real (el Euribor, a pesar de no bajar los tipos el BCE, sí ha caído con fuerza en el último trimestre).
Por ese «juego de suma cero» le debería ir mal a la banca de nuevo, sin embargo hay dos factores que le pueden ayudar: El primero es su cartera de inversiones, principalmente en renta fija (también se ve beneficiada la renta variable), ya que esa bajada de tipos, provoca subida de precios y mejora en sus balances. El segundo es el componente cíclico de su negocio: si los tipos altos provocan ralentización económica/recesión, sus clientes aminorarán sus transacciones financieras y tendrán que empezar a provisionar impagos. Parece que la clave para los bancos en bolsa estará en el ritmo de bajada de tipos y dónde se situará su suelo, además, puede ser diferente el comportamiento entre empresas del mismo sector, dependiendo mucho de su calidad.