Candidato. El catedrático Antoni Riera presentó ayer su programa a la comunidad universitaria - Javier

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El catedrático del Departamento de Economía Aplicada de la UIB y candidato a rector, Antoni Riera, aboga por la creación de un postgrado de Medio Ambiente en la sede universitaria de la Isla, aprovechando la condición de Menorca como Reserva de la Biosfera. Riera explicó ayer a la comunidad universitaria de la Isla las líneas maestras de su programa electoral, así como las propuestas específicas para la sede de Alaior.

Antoni Riera señaló que el reto actual de la UIB no es solo contable y financiero, sino de carácter institucional. Aludió a las restricciones presupuestarias que padece la Universidad y al escenario adverso en el que está inmersa, por lo que subrayó la necesidad de adaptarse a los cambios en el ámbito nacional y europeo. "La UIB tiene suficientes recursos materiales y humanos para afrontar este escenario, aunque es necesario cambiar la manera de gestionar. Hay que pasar de la cantidad a la calidad, a la eficiencia, desarrollar nuevas herramientas de gestión", aseguró.

Riera señaló que el reto también afecta a las sedes universitarias y recalcó la necesidad de aprovechar el acercamiento que facilitan las nuevas tecnologías. "Las sedes universitarias no deben ser solo lugares de transferencia de conocimiento, sino también de creación de conocimiento. Menorca debe entrar en la sociedad del conocimiento a través de esta sede", subrayó.

Así, apostó por implicar a los agentes económicos y sociales de la Isla para implantar un postgrado "viable y competitivo" que se convierta en un referente internacional, financiado mediante fondos europeos. Defendió una mayor inversión tecnológica y una plataforma de educación más eficiente, "la Universidad del futuro será más digital y menos presencial", señaló.

Riera también recalcó que la sede universitaria de la Isla ha desarrollado un papel fundamental durante estos últimos años, "ha ofrecido una formación universitaria a jóvenes que por razones económicos o laborales no podían desplazarse a Palma".