Imagen del banquillo de los acusados esta mañana durante el juicio. | Alejandro Sepúlveda

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Un cabo de la Guardia Civil ha negado hoy haber lesionado y tratado de manera vejatoria a un chico de 16 años en la playa de Magaluf en 2011, un suceso que la víctima ha relatado ante el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia y que han corroborado varios testigos.

El joven ha explicado ante el tribunal cómo, en la madrugada del 5 de agosto de 2011, dos guardias civiles y un guarda de seguridad de la playa le tiraron al suelo de un empujón, abofetearon, cachearon, obligaron a desnudarse y a nadar hasta una boya. También se quedaron con su ropa y llaves.

Por estos supuestos hechos la Fiscalía ha pedido hoy que sean condenados por un delito de trato degradante.

El joven ha detallado que el incidente comenzó cuando encontró un bolso junto a un contenedor de basura y los agentes sospecharon que él lo había robado.

En el juicio, que ha quedado hoy visto para sentencia, el cabo primero de la Guardia Civil, para quien la Fiscalía pide dos años de cárcel, ha negado las acusaciones.

El acusado ha explicado que esa noche encontraron en la playa al menor y que sus amigos que contaron que el chico había sido agredido por dos guardias civiles de paisano, que les ayudaron a buscarlos y que no encontraron a los agresores.

El otro guardia civil, un agente con 35 días de experiencia y para quien el ministerio público ha pedido un año y tres meses de cárcel, ha dado distintas versiones de lo ocurrido desde entonces, en las que admitió parcialmente las acusaciones.

Hoy solo ha contestado a las preguntas de su abogado y explicado que esa noche su compañero era el jefe de turno, que considera que todo cuanto hicieron fue correcto y que si hubiera apreciado que era algo ilegal lo hubiera evitado.

Varios guardias civiles que acudieron a la playa después de que los chicos denunciaran lo ocurrido han declarado como testigos y han corroborado que los jóvenes identificaron como agresores a sus dos compañeros y al guarda de la playa esa misma madrugada lo que provocó una discusión antes de que el cabo primero les obligara callar y les dijera que incluso podía haberlos detenido.