Una manifestación contra el TIL en Ciutadella en septiembre pasado. | Josep Bagur Torres

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El Consell Consultiu aprobó ayer un informe favorable a  la  orden de desarrollo del Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL). Pero la división fue máxima, el informe tuvo cinco votos a favor y otros cinco en contra, por lo que salió adelante sólo gracias al voto de calidad del presidente, Rafael Perera. Los cinco miembros que votaron en contra redactarán ahora un voto particular.

En este voto particular se instará a la Conselleria a permitir que los consejos escolares de los centros educativos tengan una mayor libertad para fijar las horas de enseñanza en castellano o en catalán, ya que se considera que Educación realiza la lectura más restrictiva. Y se recordará que el Constitucional nunca ha hablado de equilibrio lingüístico, sino de reparto razonable. En este sentido, se considera que se debe tener en cuenta las circunstancias de cada centro ya que no se parte de una igualdad real entre las dos lenguas.

Otro asunto no menor es que estas partes entienden que esta orden está desarrollando un decreto del TIL que es transitorio, tan sólo vigente para el actuar curso, por lo que la Conselleria debería elaborar un decreto nuevo.

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También se critica las excesivas vaguedades de la orden, por lo que se instará a Educación a concretar muchos aspectos que quedan en el aires. Ni se ve claro hasta qué punto se puede obligar al Obispado a enviar a un centro a un profesor de Religión que sepa inglés para impartir la materia en este idioma.

Otra de las observaciones se referirá a que el material de apoyo de las materias en inglés pueda estar escrito en catalán o castellano o que cuando se necesite un docente para impartir una materia en inglés se ofrezca en primer lugar a los profesores del mismo centro.

El órgano superior consultivo de la Comunidad Autónoma ha tenido que discutir este asunto con carácter de urgencia, ya que la Conselleria de Educación no le remitió el texto de la orden hasta hace unos días, algo que también se criticará.

La Conselleria anunció el 21 de marzo que había llegado a un acuerdo con Escola Católica en relación  a esta orden de desarrollo. Pero la polémica llegó con el equilibrio lingüístico entre el catalán y el castellano. Al asumir la Conselleria el informe del Consell Escolar que apoyaron los concertados, la orden pasó a establecer que debe haber un «equilibrio lingüístico» entre las dos lenguas oficiales.