José J.B. abandonando los juzgados de Palma. | A. Sepúlpeda

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Los atracos a salones de juego no son precisamente la especialidad de José J.B. si nos ceñimos a los resultados obtenidos en los dos últimos intentos. En la penúltima ocasión se desmayó en pleno robo en un establecimiento en Son Gotleu, y la última vez no tomó demasiado en consideración las cámaras de seguridad del local, por lo que la policía pudo identificarlo y detenerlo con rapidez.

El arrestado, de 43 años, pasó este miércoles a disposición judicial y se decretó su ingreso en prisión. Una cómplice que también fue detenida por el último asalto también hizo el mismo recorrido que José: Fue trasladada de los calabozos de la Jefatura de Policía al juzgado de guardia de Vía Alemania y de ahí al centro penitenciario de Palma.

Ambos están acusados de un presunto delito de robo con violencia e intimidación tras asaltar recientemente un salón de juegos de Palma. Este caso está en manos del Juzgado de Instrucción número 11.

La pareja cometió el último asalto en un salón de juegos de la calle Uetam. José J.B. entró en el local con un arma de fuego, amenazó a la encargada y la maniató. Después se apoderó del dinero de la recaudación, más de mil euros, y huyó junto a su compañera. Los responsables del salón interpusieron la correspondiente denuncia y la Policía Nacional se hizo cargo de la investigación.

Las cámaras de seguridad grabaron la secuencia y fueron determinantes para identificar al sospechoso y a su cómplice, además de los datos aportados por los testigos. Posteriormente los agentes procedieron al arresto de los sospechosos y realizaron un registro domiciliario, en el que se intervinieron diversos efectos. No obstante el arma usada para cometer el atraco no fue localizada y no se ha podido verificar si se trataba de un arma real o simulada.

José J.B ya había sido detenido en mayo del año pasado después de un atraco frustrado en Son Gotleu. El varón entró a la una de la madrugada en un salón de juegos de la calle Indalecio Prieto, disfrazado con una peluca de color castaño oscuro y un machete. Amenazó a la encargada cuando estaba a punto de cerrar y se apoderó de 7.211 euros. José intentó encerrar a la trabajadora y a un cliente en el baño para poder huir sin que denunciaran el atraco cuando él se marchara por la puerta, pero se sintió indispuesto y se desmayó. La policía lo encontró en el suelo y lo detuvo.