Rita Barberá, durante su declaración | J. Torres

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La senadora y exalcaldesa, Rita Barberá, declara este martes como testigo del caso Nóos. «Me gustaría muchísimo que me creyeran que en el momento que finaliza la reunión en mi despacho con el señor Urdangarin y el señor Torres, para mí, en ese momento, de verdad, acaba mi preocupación y ocupación en los Valencia Summit. Me gustaría que me creyesen», ha asegurado Barberá en un momento de su declaración. El fiscal Pedro Horrach le ha contestado: «Es difícil», a lo que la presidenta del tribunal, Samantha Romero, le ha espetado que eso no le correspondía él decirlo.

Barberá ha reconocido que se reunió en su despacho con el exduque de Palma Iñaki Urdangarin y con el exsocio de éste, Diego Torres, para negociar el impulso de unas jornadas «paralelas» a la celebración de la Copa América y que fueron proyectadas bajo el nombre Valencia Summit.

La senadora ha subrayado la importancia de recibir a Urdangarin «como una persona dos veces medallista, vicepresidente del Comité Olímpico Internacional (COI) y muy bien relacionado con los medios deportivos internacionales».

En su comparecencia, ha precisado que en el encuentro «no se concretó nada y eran más que nada ideas», dejando claro tajante que no negoció nada acerca del precio de las jornadas. «Yo no he negociado absolutamente nada de precio», ha dicho. La exprimera edil ha hecho hincapié asimismo en que Nóos era una asociación «sin ánimo de lucro».

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Samaranch

Barberá ha dicho que el expresidente del Comité Olímpico Internacional Juan Antonio Samaranch fue quien le recomendó que se reuniese con Iñaki Urdangarin para que le planteara su proyecto de organizar foros sobre deporte en la ciudad.

Poco después de que a finales de noviembre de 2003 Valencia resultase elegida sede de la Copa América de vela de 2007, Samaranch le planteó la conveniencia de que la ciudad acogiera actos para «proyectar» su imagen internacional y le señaló a Urdangarin como posible organizador de «debates, conferencias y discusiones» sobre el impacto de grandes competiciones deportivas.

Fruto de esa recomendación, a finales de enero de 2004 Barberá recibió en su despacho al esposo de la infanta Cristina y a su socio en el Instituto Nóos, Diego Torres, que le subrayaron que su sociedad no tenía ánimo de lucro, algo que ha dicho que fue muy relevante para ella.