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Los equipos de rescate han recuperado en las últimas horas otros tres cadáveres del hotel sepultado por una avalancha de nieve el pasado miércoles en el centro de Italia, con lo que el número de provisional de fallecidos asciende a 23.

Quedan aún 8 personas desaparecidas y no cesan las tareas de búsqueda, aunque no hay casi esperanzas de encontrar a alguien con vida dentro del hotel Rigopiano, situado de la localidad de Farindola, en la región de Los Abruzos.

Desde que el pasado viernes se rescataran a nueve personas con vida, de ellas los cuatro niños desaparecidos, los equipos de rescate no han vuelto a encontrar más supervivientes.

Los socorristas esperaban que se hubiera creado algún espacio donde se hubieran refugiado algunos de los desaparecidos, como en la sala juegos donde se encontraron los nueve supervivientes.

Pero tras excavar varios metros sólo han podido encontrar montañas de cascotes, nieve compacta, troncos de árboles y vigas de cemento, explican los bomberos que han llegado hasta el corazón del hotel entrando por pequeños resquicios.

La tragedia ocurrió el pasado 18 de enero cuando este hotel de cuatro estrellas situado balo el mazizo del Gran Sasso a 1.200 metros de altura quedó sepultado por un alud, posiblemente originado por los terremotos en la zona, cuatro de ellos de magnitud superior a cinco en la escala de Richter.

De los nueve supervivientes encontrados con vida el pasado viernes, que se suman a los dos hombres que salvaron su vida porque se encontraban fuera del hotel en el momento de alud, solo uno permanece hospitalizado.

Es Giampaolo Matrone, de 33 años, que ha tenido que ser operado del brazo derecho, y cuya mujer, Valentina Cicioni, aún está en la lista de desaparecidos.

Los dos niños que se encontraban hospitalizados fueron ayer dados de alta, se trata de Edoardo Di Carlo, de 9 años, que ha perdido a sus padres, y Samuel Di Michelangelo, de 7 años, cuyos padres siguen desaparecidos.