La joven hindú Daljinder abraza a su bebé, Jaideep, en el hospital. | Son Llàtzer

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Una historia conmovedora en Son Llàtzer como escenario. Un parto complicado de una joven madre primeriza acabó con los dos en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). La angustia de la mamá por saber cómo estaba el bebé hizo que se implicasen los profesionales del centro para poder facilitar el reencuentro.

Daljinder, una joven hindú de 28 años residente en Mallorca, demostró que su amor de madre estaba por encima de todo. La madre primeriza –que tuvo a su hijo, Jaideep, por cesárea en el hospital Son Llàtzer– sufrió durante la intervención un problema cardíaco que la llevó directamente a la UCI de Adultos y al pequeño, con sufrimiento fetal, a la UCI de Neonatología.

Separados por sus respectivos problemas de salud, madre e hijo permanecían lejos el uno del otro. Lo primero que hizo Daljinder, a pesar de estar en la UCI monitorizada para vigilar su corazón, aunque consciente y orientada, fue pedir al personal sanitario que quería conocer a su bebé, al que todavía no había podido tener en sus brazos.

Así lo explica Elena Torrens, supervisora de Enfermería de Neonatos del hospital Son Llàtzer: «La madre estaba muy triste porque no había podido conocer y abrazar a su bebé por lo que movilizamos todos los medios a nuestro alcance para que este hecho fuera posible». Reconoce que «ha sido una experiencia muy emotiva» para todo el personal que ha participado.

Incubadora
El padre del bebé, Gurvinder, que también es de origen hindú, apoyó en todo momento la petición de su mujer. Los primeros días en la UCI fueron complicados, pero cuando se comprobó que tanto la madre como el pequeño estaban estabilizados, se optó por trasladar al niño «con una incubadora a la habitación de su madre, que se emocionó mucho al tenerlo por primera vez entre sus brazos», relata Elena Torrens.

Previamente, a Daljinder la habían instalado en un box de aislados de la UCI para evitar que tanto ella como el pequeño pudieran coger cualquier tipo de infección que perjudicara su recuperación. Fue entonces cuando empezó a poder tener al bebé en brazos. El personal de enfermería le enseñó cómo llevar a cabo el método canguro, que se basa en el contacto permanente piel con piel entre la madre y el recién nacido, con lo que se consigue una serie de importante beneficios para los neonatos, entre otros más seguridad.

Se ha puesto de manifiesto que el método canguro repercute eficazmente en el control de la temperatura, la lactancia materna y el desarrollo de vínculos afectivos referidos a todos los neonatos, al margen de su entorno, peso, edad gestacional y situación clínica, tal y como explica la supervisora de Enfermería.

Operativo
Ir de un lado al otro del hospital con la incubadora transportando el bebé requirió de un importante trabajo en equipo. «Es la primera vez que ponemos en marcha este operativo», explica Torrens, quien reconoce la satisfacción del personal por haber podido ayudar a hacer más humana la estancia de esta madre y su hijo, tras tener que pasar ambos por las unidades de cuidados intensivos.

Tras casi 20 días en el hospital, madre e hijo fueron dados de alta el pasado día 15 y ambos se encuentran bien. Sin duda, es una experiencia que Daljinder no olvidará en su vida y que podrá contar a su hijo cuando éste tenga capacidad para entender lo que su madre ha vivido.