El aeropuerto de Menorca, este lunes. | Gemma Andreu

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Prohibidos los vuelos comerciales a Baleares salvo contadas excepciones. Esta es la principal medida que ha anunciado este martes la presidenta del Govern, Francina Armengol en cuanto a la conectividad de la Comunitat, como consecuencia del estado de alarma decretado en España por la expansión del coronavirus.

De todas estas prohibiciones, quedan excluídos los buques y aviones del Estado y aquellos que operen por motivos sanitarios, humanitarios y de emergencia. También los de carga que garantizan el suministro.

El Gobierno publicará una orden ministerial con la que quedarán prohibidos, con algunas excepciones, los vuelos comerciales y privados y el desembarco de pasajeros en Baleares, como medidas para contener la pandemia de coronavirus (Covid-19).

La presidenta del Govern ha avanzado públicamente el contenido de esta orden ministerial después de reunirse con los responsables de puertos y aeropuertos de Balears. En concreto, se prohíben todos los vuelos comerciales nacionales y todos los vuelos privados, nacionales e internacionales.

Como excepción, se permitirá un vuelo diario por compañía desde Madrid, Barcelona y Valencia con Palma, y un vuelo diario desde Barcelona y Madrid a Menorca y Eivissa.

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En el caso de Menorca, solo se permite un máximo de un vuelo diario con Barcelona, Madrid y Palma. En cuanto a los trayectos interislas, habrá un vuelo diario por compañía en cada sentido entre las islas de Ibiza, Menorca y Mallorca. En el caso de las navieras, se mantendrán tres trayectos diarios de ida y otros tres de vuelta entre Eivissa y Formentera.

También se prohíben sin salvedad ninguna los vuelos privados nacionales e internacionales.

Además, el Govern realizará controles sanitarios en los puertos y aeropuertos y si se detecta algún problema de salud en un pasajero será derivado a los servicios que se consideren oportunos.

Además, se prohíben que bajen pasajeros de los barcos de líneas regulares salvo los conductores de los camiones de mercancías, para garantizar así el suministro de alimentos, por lo que la actividad de pasajeros en los puertos de Baleares queda reducida al mínimo.