Según la Conselleria estos datos actualizados constatan que la custodia del territorio es una herramienta efectiva por la gestión del territorio de titularidad privada y para proteger sus valores naturales y culturales. | Govern de les Illes Balears

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Un total de 11.304 hectáreas de superficie de las Islas Baleares están conservadas por medio 144 acuerdos de gestión registrados hasta 2020, según el informe elaborado por la Iniciativa de Custodia del Territorio de les Illes Balears con el apoyo de la Conselleria de Medi Ambient i Territori.

Desde 2018, último año en que se realizó el inventario, se han sumado 36 acuerdos de custodia, que suponen un incremento del 33 %, y 1.385 hectáreas, lo que significa un aumento del 14 % en los últimos dos años.

Según la Conselleria estos datos actualizados constatan que la custodia del territorio es una herramienta efectiva por la gestión del territorio de titularidad privada y para proteger sus valores naturales y culturales.

«La custodia del territorio al ámbito de las Illes Balears es un elemento indispensable en cuanto a la conservación y la gestión de los espacios naturales protegidos», ha señalado el conseller Miquel Mir.

Además, Mir ha destacado que el 96,5% de los acuerdos de custodia se desarrollen a fincas privadas, lo que en su opinión indica que el compromiso de los acuerdos para la conservación de los espacios naturales protegidos.

De acuerdo con los datos recogidos al informe, el 62 % de los acuerdos se encuentran bajo alguna figura de protección a nivel autonómico. En el caso de Red Natura 2000, el 33 % de los acuerdos están plenamente incluidos en figuras de LIC o ZEPA, y otro 6 % se encuentra parcialmente.

Por islas, en Mallorca hay 13 entidades de custodia y 105 acuerdos, que ocupan 8.585,6 hectáreas. En Menorca, son tres entidades con 32 acuerdos y 2.704,7 hectáreas y en cuanto a Ibiza, las dos entidades cuentan con siete acuerdos y 14,5 hectáreas gestionadas.

Gran parte de los acuerdos se logran con el objetivo de conservar la fauna, promocionar la gestión tradicional del territorio y preservar la flora. En cuanto a los usos de los terrenos, son mayoritariamente de tipo agrario, con zonas de cultivo y de pasto.

Los hábitats que predominan son aquellos humanizados, especialmente el que se conoce como mosaico agropecuario mediterráneo, además de zonas de huerta, bosques y acantilados. Las zonas boscosas son las que más superficie representan, puesto que son las dominantes a las fincas de gran extensión, que se encuentran principalmente en la Serra de Tramuntana.

Respecto el objetivo principal de los acuerdos, el más extendido es la conservación de especies de fauna (41 %), seguido de la promoción de la gestión tradicional del territorio (29 %) y la conservación de especies de flora (14,5 %).

En cuanto los valores principales que motivan los acuerdos, los más comunes son las especies incluidas en los Anexos de la Directiva Aves (41 %) y las variedades locales y las prácticas agrarias tradicionales (17 %), seguido de los hábitats de interés comunitario (16%), los hábitats prioritarios (10 %) y el valor paisajístico (9 %).

Los usos principales en los terrenos con acuerdos de custodia son mayoritariamente de carácter agrario, con zonas de cultivo y de pasto. La mayoría de los acuerdos son en terrenos donde el uso principal son los cultivos (73 %), seguido de los pastos (15 %) y el uso forestal (6 %); estas tres categorías representan el 94% de la superficie total con acuerdos.

En términos de hábitat, dominan las zonas con hábitats humanizados, especialmente el que se conoce como «mosaico agropecuario mediterráneo», con 48 % de los acuerdos, mientras que el 23 % dominan las zonas de huerta y el resto se reparte entre diversidad de hábitats, desde bosques hasta acantilados.

Respecto la superficie que representa estos hábitats, pero, el 48% pertenece a otro tipo de hábitat, el de «zonas boscosas mixtas con el 5-40 % de cobertura arbolada », y esto se debe a que domina a los acuerdos con fincas de gran extensión en la Sierra de Tramuntana.