Los fumadores, en la calle. Es altamente probable que no se vuelva a permitir fumar en las terrazas de los establecimientos de restauración. La prohibición, que se aprobó en agosto de 2020, se puede quedar para siempre, más allá de la pandemia de la COVID-19.

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Esta vez sí parece el principio del fin de la pandemia. Con el 79,4 % de la población diana vacunada con doble pauta y una incidencia claramente a la baja, siguiendo el halo del resto del país, el Govern se ha fijado el próximo lunes como la fecha para aprobar el anhelado retorno a la nueva normalidad. Y es nueva porque pese a las cifras sanitarias y a la intención de reducir al máximo las restricciones, todavía quedará alguna medida que se podrá revisar con el tiempo.

De momento, pero, el 27 de septiembre se convocará la Mesa de Diálogo Social previa al paso por Consell de Govern para dejar cerrado el panorama de medidas anti COVID-19 durante todo el invierno, siempre y cuando la situación epidemiológica no dé un vuelco.
La voluntad es bajar las actuales restricciones a mínimos y dejar vigentes sólo las que se consideran claramente efectivas. Se baraja, pese a que no está del todo definido, el ampliar los aforos en el interior de la restauración del 50 al 75 % para hacer una desescalada progresiva. Sin embargo, todavía no se descarta aprobar la apertura total de estas zonas eliminando los aforos.

Mientras tanto, se recomendará a los ayuntamientos que, en la medida que puedan, faciliten el mantenimiento de las terrazas a los establecimientos, pues lo óptimo es que mientras haga buen tiempo, los clientes de restauración opten siempre por espacios abiertos. Aún así, desde el Govern se sabe que ésta es una potestad de los municipios, que tienen la última palabra.

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En este sentido, Palma ha reiterado su firme decisión de que el 30 de este mes las terrazas desalojen las calzadas. Aún así, podrán seguir ocupando más espacio del autorizado sobre las aceras para poder respetar el metro y medio de distancia entre mesas.

La restauración también verá cómo se eliminan las limitaciones de personas por mesa que hasta ahora eran de 8 en interiores y 12 en exteriores. Lo que parece que ha llegado para quedarse es la prohibición de fumar en las terrazas, una medida que siempre se ha aplaudido desde salud pública.

Otro de los focos de debate es el ámbito del ocio nocturno con el que todavía se intenta equilibrar una apertura que le valga la pena al sector y a la vez dé garantías de prevención de contagios. En este sentido, se impondrán condiciones como que el cliente tenga que estar sentado, la prohibición de comer o incluso, no se ha descartado el que los usuarios deban acreditar que están vacunados, que es la opción que siempre ha barajado el Govern pese a que se requiere de la aprobación de la Justicia pues no existe un marco legislativo estatal.

Lo cierto es que durante este invierno, el Govern asegura que en Baleares no habrá más restricciones que en otras partes del territorio español.