Dos niñas observan una pantalla en su casa. | Redacción Local

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La Federació d’Associacions de Pares i Mares (FAPA) de Mallorca ha denunciado que «si un hijo tiene que guardar cuarentena, no existe la posibilidad legal de poder justificar la ausencia de los progenitores en el lugar de trabajo para cuidar al menor, pese a que están obligados a ello como tutores responsables». En este sentido, la FAPA destaca que «nos encontramos ante la situación de tener hijos confinados y progenitores que deben ir al trabajo porque ninguna normativa laboral o convenio sectorial les ampara. Todo ello es un problema evidente que todavía ninguna administración responsable ha encarado».

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La federación recuerda que «expusimos este problema a la comisión de seguimiento del Pla de Conciliació i Corresponsabilitat del Govern para que lo trasladase al Gobierno central, que tiene las competencias. Por ahora no ha habido ninguna actuación para solucionar esta situación, con el perjuicio que ocasiona a las familias tanto en su economía -perdir días sin sueldo u otras fórmulas- como en la salud. Si no existe la posibilidad de no ir a trabajar o teletrabajar, los familiares son el recurso más habitual de conciliación y, especialmente, los abuelos, que son precisamente la población más vulnerable por edad». Ante ello, la entidad reclama «una vez más a las administraciones autonómica y estatal la necesidad de que nuestros gestores competentes pongan solución a este problema de una vez por todas».

Antes de la pandemia

La FAPA subraya que «ya antes de la pandemia los recursos públicos de conciliación eran muy inferiores a la demanda real y no siempre se encontraban al alcance de las familias, tanto por su precio como por su distribución geográfica. Además, no todo el mundo podía acceder a la oferta privada y el sistema normativo en ningún momento había previsto esta necesidad». En la situación de confinamiento general, subraya la federación, «esta problemática se centró en los llamados trabajadores esenciales y en el caso de las familias monoparentales fue especialmente sangrante, con progenitores que iban a trabajar con hijos menores que se quedaban en casa».