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La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha animado, durante la entrega de las medallas de oro de las islas y los premios Ramon Llull, a celebrar la Diada de Baleares de 2022, el año de la recuperación, como del «reencuentro y el retorno de la ilusión», tras los dos años de pandemia. En el acto de conmemoración de la Diada, en la Lonja, han recibido las medallas de oro de la comunidad de 2022 la escritora mallorquina Maria Antònia Oliver, a título póstumo, y el arquitecto ibicenco Elías Torres. Torres ha recordado las calles y plazas de pueblo de su infancia y el paraíso estrellado de su juventud primera, las bicicletas y pocos coches de las islas y el crecimiento pausado, y los ha comparado con la actualidad en la que la población no para de aumentar, los edificios «se pelean compactos», proliferan construcciones de caras feas y «ni las costas vírgenes se salvan de las manadas de selfies».

Se ha preguntado dónde están la calma y la vida lenta, respetuosa con todos, la estima por los lugares, los paisajes y la gente más cercana aunque fueran diferentes, y ha criticado los chalets «para ser vistos y verlo todo, con artificiosos jardines» y «una agresividad que ni la pandemia ha parado» y que ha hecho crecer la individualidad. El arquitecto ibicenco ha pedido a las autoridades «más transporte público ya». Ha reivindicado «nuevas reglas, leyes y ordenanzas para corregir actitudes y resultados por el bien de la sociedad, con economía equilibrada, distribución, con ético y estético comportamiento personal», normalizar la sostenibilidad y afrontar con urgencia el cambio climático.

Premiados

Han recibido los premios Ramon Llull la filóloga Fina Salord, la primera en recogerlo; la también menorquina Consuelo Marqués, primera mujer jinete en las fiestas equinas de la isla, y la violinista ibicenca Lina Tur; la escultora formenterense Isabel Echárri, y, a título póstumo, el profesor Vicent Serra 'Blai', también de la pitiusa del sur. Igualmente a título póstumo ha sido premiado con el Ramon Llull el expresidente del Palma Futsal, Miguel Jaume Roig.

Otros galardonados, también mallorquines, son el científico Miquel Fiol, la investigadora Anna Traveset, y la futbolista Virginia Torrecilla; la organización sin ánimo de lucro Esment, la galería de arte 6A por su taller de estampación, el conjunto de las asociaciones de pacientes, el Moviment Escolta i Guiatge y la Federación de Ciclismo de Baleares. En nombre de todos los Ramon Llull, la científica Anna Traveset ha asegurado que el premio implica una responsabilidad para todos los galardonados, que les impulsa a seguir trabajando y «hacer un poco mejor este pequeño país». Baleares, su tierra de acogida, la siente como su casa, razón por la que se siente «doblemente honrada» por el premio y por agradecerlo en nombre de los demás. De los premiados ha dicho que están haciendo grandes aportaciones a la cultura, la historia y la ciencia, el arte, el deporte y la solidaridad. Traveset ha admitido que le hace especial ilusión compartir el Ramon Llull con Consuelo Marqués, por su valentía contra la adversidad machista. Ha dedicado el premio «a todas las mujeres valientes que luchan por hacer un mundo mejor en todos los ámbitos en los que trabajan», y en particular a las mujeres científicas, muchas en las islas, que trabajan en un mundo dominado aún por hombres; y a quienes luchan por preservar la biodiversidad en Baleares. Traveset ha recordado que las islas están considerados «puntos calientes de biodiversidad» porque en ellas muchas especies se están perdiendo por las actividades humanas.

La científica se ha referido a la invasión de Ucrania, la «guerra absurda de aquí al lado», que ha deseado que acabe cuanto antes, al considerar inexplicable que cuando el mundo aún se recupera de la pandemia que tanto dolor ha causado y está inmerso en una importante crisis climática «aún haya gente interesada en hacerse amos del mundo». Armengol ha hecho también referencia a la invasión rusa de Ucrania y al «dolor del retorno de la guerra a Europa» en su intervención. Ha dicho estar consternada por el dolor y la pérdida de vidas y preocupada «por la amenaza de la agresión rusa a los valores que sostienen Europa, que ha vivido décadas de prosperidad en paz, democracia y libertad». La entrega de los premios Ramon Llull supone un escenario de reencuentros «con la normalidad, con la proximidad y los sueños colectivos», aunque sea con mascarilla, «con el orgullo de poder decir que este pueblo comprometido y solidario ha salvado más vidas que ningún otro y ha mostrado la fortaleza de la determinación colectiva», ha dicho la presidenta.

De los premiados ha destacado el «talento excelso» del arquitecto Elías Torres y el compromiso y la voz feminista de la escritora Maria Antònia Oliver, «dos exponentes de este conocimiento imprescindible para construir unas Baleares más sólidas y modernas». Ha asegurado que la comunidad crece sobre la ciencia y la investigación «que ejemplifican como pocos Anna Travesset y Miquel Fiol» y ha alabado al «maestro de maestros», el formenterense Vicenç «Blai»; así como a la generación que «tumbará todas las barreras», que se nutre de inspiradoras como Lina Tur e Isabel Echarri. De Consuelo Marqués ha destacado que ninguna tradición puede excusar la discriminación, ha animado a defender la lengua con la misma determinación que la filóloga Fina Salord y ha alabado el compromiso y la pasión de la Galería 6A. «Porque la cultura y también el deporte nos estructuran como sociedad, nos reconfortan cuando sufrimos, nos dan confianza en los momentos de incertidumbre, iluminan el futuro desde el ejemplo y los valores», ha asegurado, ha citado la labor que desempeñó por el fútbol sala Miquel Jaume y los 125 años de la Federación Balear de Ciclismo. De Virginia Torrecilla, cuyo galardón ha recogido su padre, Juan, ha destacado que es «puro corazón y puro talento, en una futbolista que ha sabido sobreponerse a todo para traer la esperanza a miles de personas que luchan contra el cáncer». «Gracias por tu ejemplo impagable», ha asegurado, y ha agradecido a todos los premiados que muestren el camino con «ideas diversas y bellas, prolíficas y modernas». «Somos un archipiélago pequeño en superficie pero de ética gigante», con colectivos esenciales como Esment, referente nacional del tercer sector, ha dicho Armengol. «Conocemos mejor nuestras prioridades», ha dicho la presidenta, que ha destacado que este año se gradua la primera promoción de la facultad de Medicina de Baleares, y se ha comprometido a avanzar en formación, ciencia, investigación y cultura, y también a seguir «actuando con contundencia contra la emergencia climática». Ha abogado por seguir combatiendo «las brechas de clase, de género, de injusticia y de discriminación».

La presidenta ha asegurado que el futuro exige formar hoy a los líderes, creadores e innovadores del mañana, ha dicho sobre la Ley de Educación; valorar a los mejores trabajadores, y seguir apoyando a empresarios y autónomos, en referencia al decreto de turismo. Ha anunciado que la semana que viene se aprobará la ley de Ciencia, que se sumará a las de Educación y Circularidad turística. «Para impulsarnos hacia la diversificación económica y hacia el modelo de oportunidades, de empleo de calidad y de regeneración y protección del medio ambiente, que garantiza décadas de prosperidad y estabilidad en nuestras islas», ha añadido. Para acelerar ese proceso llegarán los fondos europeos y el Govern seguirá fortaleciendo el estado del bienestar y la red pública, se ha comprometido.