Juli Fuster, tras la consellera, Patricia Gómez, habría incurrido en un fallo administrativo al no abstenerse a la hora de resolver unas alegaciones presentadas en las oposiciones a las que optaba su hija. | Daniel Espinosa

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El proceso selectivo en el que consiguió plaza la hija del director general del IB-Salut, Juli Fuster, pende de otros dos recursos contenciosos que tiene que resolver el TSJIB. En ambos casos se trata de aspirantes que denuncian irregularidades en las oposiciones para anestesista celebradas en 2019. Estas irregularidades afectarían a la composición del tribunal y las relaciones laborales entre sus miembros y algunos aspirantes que llevaban ya años trabajando como interinos en el sistema de salud. Los recursos plantean que se benefició a algunos de los aspirantes frente a otros con mejor currículum pero que obtuvieron peores calificaciones. El director general del IB-Salut, Juli Fuster, informó este viernes a los miembros del Govern balear sobre la voluntad de presentar su dimisión del cargo, después de que Ultima Hora adelantara la sentencia del TSJIB en la que se le reprochaba no haberse abstenido en un proceso de oposición en el que participaba su propia hija. Fuster formalizará su dimisión el próximo lunes y, después de reunirse con su equipo y dar las pertinentes explicaciones, protagonizará una rueda de prensa informativa. Según ha trascendido, el máximo dirigente del IB-Salut habría defendido ante miembros del Ejecutivo que no quiso favorecer a nadie y que tomaba la decisión para no entorpecer la labor de la Conselleria y no generar sombras de sospecha en los procesos de oposición.

La clave de esta dimisión se encuentra en que los hechos contravenían el punto 5 del código ético del Ejecutivo, así como el artículo 36.1 de la Ley del Bon Govern. En ambos documentos se especifica que «hay conflicto de interés cuando los miembros del Govern y los altos cargos intervienen en las decisiones relacionadas con asuntos en los cuales confluyan al mismo tiempo intereses de su cargo público e intereses privados propios, de familiares directos o compartidos con terceras personas». Juli Fuster debería haberse abstenido al resolver las alegaciones presentadas en el proceso selectivo en el que también participaba su hija, algo que no hizo y que es, precisamente, lo que le reprocha el TSJIB en la sentencia.

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Por su parte, fuentes del Govern agradecieron el trabajo realizado por Juli Fuster al frente de la institución pública, pese a que nadie mencionó la polémica ni en público ni en redes. Quien sí hizo declaraciones fue el coordinador general de Més por Mallorca, Lluís Apesteguia, que reconoció haber hablado momentos antes del anuncio de dimisión con la presidenta del Govern, Francina Armengol, sobre la necesidad de que Juli Fuster dejara su cargo para mantener una buena imagen y dar credibilidad al Ejecutivo. Así pues, al conocer la decisión, Més se mostró «satisfecho» por cómo se había resuelto la crisis y agradeció públicamente los servicios prestados por el dimisionario «especialmente durante los momentos más duros de la pandemia generada por la COVID-19», rezaba un comunicado. El otro socio del pacto de izquierdas, Podemos, también solicitó al Ejecutivo que Fuster no siguiera al frente del IB-Salut. «Queda claro que se ha cometido un error, pero tiene sus consecuencias. Una vez que la persona se aparta, hay que respetarla, y ya dará las explicaciones el lunes», declaró Alejandro López, portavoz de Unidas Podemos Parlament, quien alabó la rapidez de la decisión.

Oposición

Los hechos se precipitaron al publicarse este viernes la información sobre la sentencia. El grupo parlamentario de Ciudadanos registro a primera hora una petición de reprobación por lo que su portavoz, Patricia Guasp, tildó de «escándalo». En la misma línea se posicionó el Partido Popular que consideró que la dimisión «era la única salida posible» para el director del IB-Salut y que solicitó una comparecencia en comisión parlamentaria de la consellera de Salut, Patricia Gómez.

Punto de vista
Germà Ventayol

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Germà Ventayol

A la espera de las explicaciones personales que dará el lunes, alabo el gesto de Juli Fuster por injusto que a él le parezca tener que dejar el cargo por una cuestión en la que –en principio– no tuvo una intervención directa, sólo formal. Pero es lo que tiene firmar y más cuando en el asunto está involucrada tu hija. Todas las cautelas son pocas y resulta evidente de que en esta ocasión no sonaron las alarmas, al menos con la intensidad que requería el tema.

Las claves
  1. La polémica del asesor Jordan Thomas

    No es la primera vez que hay malestar en los socios del Govern por Juli Fuster. El 2015 desató la polémica cuando Salut nombró asesor técnico a Jordan Thomas, el número 3 de la candidatura del PSOE a Santanyí, que lideraba Fuster. Al final, dimitió.

  2. Se acusó a Patricia Gómez de nepotismo

    También en 2015, el grupo parlamentario de Podemos votó varios puntos de la moción presentada por el PP en los que se pedía reprobar a la consellera de Salut, Patricia Gómez, por el nombramiento de su marido, Juli Fuster, como director general del IB-Salut.

  3. 21 comparecencias en el Parlament

    El PP ha solicitado la comparecencia de la consellera de Salut, Patricia Gómez, en el Parlament, para explicar esta polémica. En caso de realizarse, sería la vigésimo segunda vez que la titular de esta cartera da explicaciones a los grupos en esta legislatura.