El colectivo que se debe proteger frente al sarampión son los más pequeños entre los que quedan bolsas de susceptibles. La vacuna también se ofrece a toda la población adulta. | Efe

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La vacunación ha bajado en todo el mundo, sobre todo, entre el colectivo pediátrico, ante el temor de quienes saben lo que implica. «Podría ser un efecto de la sobreinformación de la pandemia, es el análisis que hacen los expertos, porque el comportamiento ha sido a nivel mundial», reconoce la directora general de Salut Pública, Maria Antònia Font. Hay fatiga por la sobrecarga de vacunas y ahora toca repescar a la población que, bien por miedo o por despiste, se ha quedado sin vacunarse. Además sube otro perfil, el de los antivacunas, que, si bien eran residuales en Balears, se teme que hayan crecido.

Explica Font que el grado de cobertura del calendario de vacunación en el primer año de infancia en los países desarrollados es del 98 %, según la OMS, sin embargo en Balears «podemos estar en el 90 % o algo más bajo en la infancia», señala.

El jefe de virología de Son Espases, Jordi Reina, confirma que «en estos dos años tras el 2020, cuando muchos padres no llevaron a los niños a vacunar, se ha visto un retraso de vacunación y en 2021 y 2022 se ha intentado reconducir». El especialista lo achaca a la «fatiga pandémica», ya que «los padres siempre han creído mucho en las vacunas infantiles, no como los adultos». Por este motivo, «esperamos que estos bajones sean puntuales», señala e indica el «papel esencial de los pediatras» para «tirar adelante».

Como buen experto en la materia que es, el doctor Reina recuerda que la vacunación «es la mejor herramienta, o la única, para afrontar los virus, que no pueden tratarse con antibióticos», recuerda.

La coordinadora autonómica de vacunación de la Conselleria de Salut, Antonia Galmés, teme que haya habido un crecimiento de antivacunas, «no porque se le pueda atribuir nada a la de la COVID porque ha sido muy garantista», indica, «pero ha habido rumores, fakes o multitudes de web que dicen disparates que terminan intoxicando y al final mucha gente duda, se lo creen más que a la autoridad sanitaria», añade.

Galmés también incide en que no fue fácil explicar los cambios de estrategia «porque todo ha ido muy rápido». Para esta especialista, el mayor temor es ver cómo cae la cobertura vacunal frente enfermedades como el sarampión que ha disminuido de forma sostenida a nivel mundial desde el comienzo de la pandemia. Pese a las dificultades de registro que se intentan subsanar en Balears, se sabe que las coberturas «son más bajas de lo deseable para certificar la erradicación», señala la experta, a quien «me da miedo un brote» sobre todo, indica, en guarderías o entre el colectivo más pequeño.