La discoteca La Fonda de Murcia, este lunes tras el incendio del domingo en el que fallecieron trece personas. | EVA MANEZ

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Lo que ocurrió en Murcia podría pasar cualquier fin de semana en Baleares. O al menos existen bastantes probabilidades de que pudiera suceder, teniendo en cuenta la proliferación de eventos en las Islas que se celebran sin cumplir con los requisitos legales mínimos en materia de seguridad.

Así lo advierten desde la Asociación Balear de Ocio y Entretenimiento (Abone), cuyo presidente, Miguel Pérez Marsá, señala que aunque por lo general las empresas del sector en el Archipiélago «cumplen bastante bien» con la normativa, por desgracia no son pocas las ocasiones en que se pone en riesgo la seguridad de la gente por parte de algunos «irresponsables» promotores de fiestas y conciertos.

«Estamos cansados de denunciar actividades ilegales», asegura Pérez, que señala tanto a establecimientos que no tienen licencia como a fiestas concretas que se celebran en fincas privadas o zonas industriales. «Hay gente que no cumple con la ley y allí puedes comprobar cosas como que no hay extintores o salidas de seguridad... Lo denunciamos ante ayuntamientos, consells insulares y Govern, pero rara vez se llega a hacer nada», lamenta Pérez para añadir que aunque se extremen las medidas de seguridad «ninguno estamos exento de que pase algún accidente»; sin embargo, «al menos minimizamos los riesgos, que es de lo que se trata: es más normal que ocurran estas cosas en lugares que no cumplen la ley que en los que sí lo hacen».

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Desde la asociación se envió ayer un mensaje de solidaridad a familiares y allegados de las víctimas del incendio en el complejo de Las Atalayas. Asimismo, se expresó el deseo de que las autoridades competentes esclarezcan lo sucedido y tomen «las medidas necesarias» en caso de que se hayan cometido negligencias.

Por otra parte, se anunció el compromiso de «reforzar la seguridad» en las discotecas asociadas y de «garantizar que todos los equipos están debidamente capacitados, con el objetivo principal de proteger tanto a nuestros asociados como a quienes disfrutan de la oferta de ocio y entretenimiento en nuestras islas».

En ese sentido, el propio Pérez Marsá lamenta que a veces tengan que ocurrir episodios de este tipo para que las administraciones competentes vuelvan su vista y apliquen -o en su defecto amaguen con hacerlo- actividades de control y revisión más estrictas que las que se estilan habitualmente.

Con todo, desde el sector se insiste en la idea de que los riesgos son mínimos en los establecimientos que cumplen con los requisitos legales. Jaime Lladó, director de una de las discotecas más emblemáticas de Mallorca, BCM, niega categóricamente la posibilidad de que un hecho como el de Murcia pudiera producirse en sus instalaciones. «Es imposible que eso ocurra en BCM».

La razón principal, explica, es la reforma integral que llevó a cabo la discoteca hace solo dos años: desde entonces todos sus materiales son ignífugos, tanto los estructurales como los del propio mobiliario, asegura Lladó. «No solo eso, sino que tenemos seis salidas de emergencia y cada año se realizan dos o tres cursos sobre seguridad, incluidos simulacros de evacuación». Sus instalaciones contrastan con las de la zona afectada por el incendio, en las que abundan «las discotecas muy antiguas que además no han tenido los mismos controles que las nuestras».