Las familias con hijos tienen más dificultades para acceder a una vivienda en alquiler. | J.B.G.

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Tener hijos se ha convertido en un obstáculo a la hora de alquilar un piso en las Islas. Así lo han confirmado tanto la vicepresidenta del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API), Natalia Bueno, como el director de Estudios y portavoz de Pisos.com, Ferran Font. El motivo es que muchos propietarios temen que con la nueva Ley de Vivienda los inquilinos puedan declararse vulnerables si pierden el empleo y, de este modo, puedan dejar de pagar la mensualidad. En el caso de tratarse de familias monoparentales, especialmente si es una mujer con hijo, la dificultad es aun mayor, ya que «aumenta el riesgo» de un posible impago al haber un único ingreso.

Bueno y Font precisan que esto está prohibido, por lo que en los anuncios no pueden aparecer estos requisitos para arrendar un inmueble. Sin embargo, como hay muy poca oferta de viviendas de alquiler en Balears y mucha demanda, los dueños pueden hacer auténticos castings para elegir a sus arrendatarios. «El desequilibrio que hay ahora entre la oferta y la demanda hace que los propietarios puedan ser mucho más selectivos a la hora de escoger inquilino», señala Font.

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Rechazo a los colectivos vulnerables

La vicepresidenta del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria añade que las familias con hijos no son las únicas que se ven discriminadas a la hora de acceder a una vivienda, también les sucede a las personas vulnerables, es decir, aquellas con bajos ingresos y que no cuentan con un empleo estable. «La tendencia, en general, es escoger aquel inquilino que te genere más confianza a la hora de recibir los pagos y de cuidar el activo; todo lo que se vaya alejando parte de una situación de desventaja», expresa el director de Estudios y portavoz de Pisos.com. Por su parte, Bueno destaca que los que tienen más facilidades para encontrar un hogar son los funcionarios, ya que tienen el empleo y, por tanto, el sueldo asegurado.

La portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, Ángela Pons, hace tiempo que viene denunciando racismo a la hora de alquilar una vivienda. «El racismo se ha incrementado por 1.000 al alquilar una vivienda en Balears». En este sentido, argumenta que «prefieren no alquilar la vivienda que hacerlo a africanos o latinos». Esta situación está provocando que muchas personas quieran marcharse de la Isla, especialmente las que proceden de la Península. El acceso a la vivienda se ha convertido en uno de los principales problemas de los residentes en Balears. Además, cada vez hay más trabajadores de temporada que rechazan venir a las Islas puesto que tienen que destinar gran parte de su sueldo a pagar el alquiler. E incluso, algunos isleños están comprando casas en pueblos peninsulares porque son mucho más asequibles.