Gran parte de los trabajadores del sector agrario o de empleadas del hogar van a ser beneficiados. | Efe

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El acuerdo alcanzado este viernes entre Ministerio de Trabajo y sindicatos para la subida de un 5 % del salario mínimo interprofesional (SMI) ha generado «una gran satisfacción» entre la bancada sindical en Baleares, donde la medida beneficiará a cerca de 30.000 trabajadores, según las estimaciones de UGT. Con todo, el secretario general en las Islas de este sindicato, Lorenzo Navarro, asegura que el sabor ha sido agridulce, ya que habrían preferido una subida más modesta a cambio de que hubiera incluido el acuerdo de las patronales. Especialmente por evitar un ambiente enrarecido que dificulte las futuras negociaciones de convenios sectoriales.

«Nos hubiera gustado que la CEOE y Cepyme hubiesen dado su apoyo e incluso habríamos podido llegar a acordar un 4 % de subida», asegura el portavoz de UGT. «Da mucha más seguridad un acuerdo tripartito de cara a las negociaciones que tengamos próximamente».

Por otro lado, subraya que tampoco puede ocultar la satisfacción por esta subida (los sindicatos pedían entre un 5 % y un 7 %), ya que «va a ayudar a que los trabajadores peor pagados no sigan perdiendo poder adquisitivo». Máxime en un día en que el Instituto Nacional de Estadística (INE) publica una subida del 3,3 % del Índice de Precios al Consumo (IPC) en Baleares y del 3,1 % en el conjunto de España.

Asimismo, destaca Navarro que los trabajadores que actualmente cobran el salario mínimo no van a ser los únicos beneficiados, puesto que la subida del SMI va a funcionar como referente en futuras renegociaciones de convenios para subir los salarios en aquellas categorías laborales peor pagadas.

Desde la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca (PIMEM), su presidente Jordi Mora, ha señalado que la subida es «asumible a nivel general» por las empresas de Baleares, aunque ha matizado que «es cierto que hay determinados sectores que lo pasarán peor» para ejecutar dicha subida. Concretamente, el sector agrario, para quien las patronales demandaban bonificaciones para poder asumir ese incremento (petición que por el momento no ha sido escuchada).

Asimismo, pide una indexación al incremento de la obra pública y los contratos públicos y advierte de los perjuicios que podría suponer la reducción de la jornada laboral: la subida al SMI, subraya en ese sentido, solo es asumible si no se acompaña en un futuro del recorte de las horas de trabajo.

Por otro lado, Mora ha añadido que los salarios más bajos contemplados en los convenios colectivos autonómicos están muy por encima del SMI fijado a nivel estatal, el cual, con el acuerdo será de 1.134 euros brutos al mes en 14 pagas. «La mayoría de empresas ya están pagando por encima de esa cifra».

Desde la Confederación de Asociaciones Empresarial de Baleares (CAEB), por su parte, se ha mostrado rechazo a un acuerdo alcanzado sin el consenso patronal. «Seguimos apostando por el diálogo, pero sin imposiciones unilaterales. Y esto no es diálogo social», señala la presidenta, Carmen Planas, para reivindicar igualmente la indexación de los contratos públicos al incremento y las ayudas a las empresas agrarias.

Asimismo, añade que el SMI ha subido el triple que la inflación desde 2018 en España, con el que el incremento global llegará al 54 % con esta última subida. Todo ello, alega Planas, «provoca un efecto arrastre en el resto de tablas salariales de las empresas» y añade que «conviene no olvidar que la mayoría de los convenios colectivos aquí en Baleares, pactados con los sindicatos, ya están por encima del SMI, así que lo que puede provocar esta subida es que todas las categorías de una empresa deban ajustarse al alza poniendo en peligro los balances empresariales».