El jefe del servicio de Cirurgía Plástica de Son Espases, Jaume Estrada, en la sala de operaciones junto a un compañero. | ARCHIVO

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Un tumor pleural, uno de pulmón o algún caso grave de artritis reumatoide que no han evolucionado bien a un tratamiento convencional pueden dejar una infección en la zona torácica que termina con un agujero. Pocos lo habrán oído pero existe. Hay pacientes que viven con una zona abierta de su cuerpo, con todos los inconvenientes o la pésima calidad de vida que eso implica.

A los tres que de momento tenía detectados en Son Espases se les ha ofrecido una exitosa solución que pasa por una técnica que si bien no es nueva sí es muy compleja y se aplica por primera vez en estos casos de reconstrucción de la estructura y la pared torácica.

¿Cómo se hace? «Técnicamente es un colgajo libre y se trata de un autotransplante de piel y musculatura que se saca de otra parte del cuerpo como puede ser la barriga o el muslo», explica el jefe del servicio de Cirugía Plástica del hospital de referencia, Jaume Estrada. «La carne se cambia de lugar y se lleva al tórax pero para que sea viable hay que hacer empalmes vasculares de este trozo con una arteria y una vena, normalmente de la axila», añade el experto. En caso de que la extensión no fuera suficiente «se le añade una especie de bypass con venas del muslo, así se alarga con un empalme».

La intervención consiste en rellenar la cavidad abierta con el extracto de otra zona del cuerpo y «taparlo junto con la fístula», en ese caso «se deja la parte superficial de la piel que queda fuera tapando el agujero, como si fuera un parche». El doctor Estrada explica que, afortunadamente, estos casos «son algo rarísimo», sin embargo el éxito ha sido del 100 % en los casos practicados.

Peligros

¿Comporta riesgos? «En caso de coagulación se perdería todo y no se puede arreglar», explica el especialista que, por otra parte, recuerda que lleva practicando este tipo de técnicas desde el año 1989.

«Se trata de aplicar la microcirugía vascular para solucionar problemas similares. En este caso específico el colgajo libre o microquirúrgico consiste en coger una parte del cuerpo (el antelateral del muslo es uno de los más utilizados) para tapar un costado, una tibia o para hacer una mama nueva», describe el doctor Jaume Estrada.

En cualquier caso, el tejido y la musculatura debe cogerse de uno mismo, «no sirve de un donante de órganos, ni tampoco de animales; la cirugía reconstructiva compleja tienen que utilizarse colgajos propios», especifica el especialista.