El agente está destinado en la Comandancia de la Guardia Civil, en la calle Manuel Azaña de Palma. | Alejandro Sepúlveda

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Un veterano agente de la Guardia Civil de Mallorca se ha acogido a la ley trans y se ha declarado mujer. Se trata de un cambio de género inédito en la Isla y la Comandancia palmesana, donde está destacada, ha sido informada de su nueva condición para que ponga en marcha los protocolos necesarios.

El caso se está llevando a cabo con total discreción en la Benemérita, por lo que no se han realizado declaraciones oficiales sobre este caso inédito. Sin embargo, fuentes conocedoras del proceso han explicado a Ultima Hora que el cambio de género del entonces agente –ahora ya mujer– se inició hace unos meses y que los mandos «únicamente han sido tramitadores de la información que este funcionario nos ha aportado, principalmente la que consta ahora en el Registro Civil. Es decir, la Comandancia ni autoriza ni impide este cambio de género», han matizado.

Desde la Guardia Civil de Palma se ha informado a la Dirección General en Madrid, y ahora el tratamiento del antes funcionario en las circulares o escritos que pueda recibir se ha adecuado a su nueva condición. «Se han modificado la bases personales que constaban en la Comandancia porque esta persona se ha declarado mujer. Desde luego no hay ninguna intención de cambiarlo de unidad o modificar su jornada laboral», añadieron.

Un problema que se podía plantear al aplicar la ley trans al funcionario es la utilización de los vestuarios o los baños, pero las mismas fuentes añadieron: «Creemos que se trata de aplicar el sentido común y no tiene por qué haber ningún problema».

Las fuentes consultadas indicaron que «casi con toda seguridad no será un caso aislado en los próximos meses. No sabemos cuántos cambios de género puede haber aquí en Mallorca, pero presumiblemente no será el único». En Eivissa otro agente ya ha iniciado las trámites para cambiar de sexo. El 17 de febrero del año pasado fue aprobada en el Congreso de los Diputados la ley trans, impulsada por la entonces ministra de Igualdad, Irene Montero, de Podemos.

El texto suprime la obligación de aportar informes médicos que acrediten la disforia de género y la prueba de dos años de tratamiento hormonal, como ocurría hasta ahora para los adultos. La Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI tenía como punto más polémico la autodeterminación de género.