Javier Coll en uno de los estands de Hyatt en Fitur. | Enrique Fueris

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En el marco de la Feria International de Turismo de Madrid (Fitur), Javier Coll, jefe de la división Inclusive Collection de Hyatt, conversa con Ultima Hora sobre los planes del grupo en las Islas y cuestiones como la saturación turística o el auge del alquiler vacacional.

Acaban de hacerse con un hotel de Globalia en Playa de Muro. Háblenos de la estrategia de Hyatt en las Islas.
La transacción tardó un año, un poco más de lo que esperábamos. Hay muchos hoteles de familias que en muchos casos quieren seguir manteniendo esos activos como patrimonio familiar y en otros quieren vender. Nosotros les ayudamos en los dos casos: si quieren vender buscamos un inversor, obviamente con la intención de quedarnos el hotel. Y si no lo quieren vender les ofrecemos una solución operativa para que no tengan que encargarse de nada.

¿Baleares ocupa un lugar importante en sus planes de expansión?
Es donde tenemos más hoteles en España. Baleares puede jugar un rol muy importante porque tenemos presencia en determinados lugares de las Islas y queremos estar en sus principales destinos, pero además con más de una marca. Podemos tener equis número de Alúas, pero lo que queremos es seguir entrando en esos destinos con más marcas

Las previsiones del sector turístico para 2024 pasan por superar las cifras del año pasado. ¿Casan con las suyas?
Las mismas. No solo en cuanto a ocupación, también en tarifas. Estamos viendo que los ingresos por habitación de los hoteles van subiendo cada año. Los hoteles de lujo tardan más en posicionarse que los de tres y cuatro estrellas porque necesitas otro tipo de cliente y darlo a conocer. La idea es seguir creciendo con los hoteles de más calidad.

¿Por ahí pasa la apuesta por el turismo de calidad? ¿Por seguir subiendo la categoría del alojamiento y encareciendo el producto?
Si queremos mejorar el turismo, ese proceso de encarecimiento es inevitable: tienes que sustituir un tipo de cliente por otro, eso forzará a los hoteleros a invertir más en sus establecimientos y así aspirar a un cliente de más poder adquisitivo. No creo que la solución pase por bajar tarifas. Lo hemos visto en América: cuando entramos en 2001 con el all inclusive de alto nivel, el tipo de cliente que iba a la Riviera Maya o República Dominicana era un cliente que se movía por precio. Llevó su tiempo, pero en el momento en que introdujimos los productos de lujo empezamos a ver un interés enorme. No veo por qué en Balears no podemos seguir el mismo proceso, sobre todo cuando ya tiene un nivel de llegadas tan alto: es momento de que saque ventaja y empiece a filtrar sus turistas. Nosotros hemos apostado justamente por eso.

¿El encarecimiento de la oferta puede ser una receta para combatir la saturación turística?
Limitar la cantidad de los vuelos podría ser una opción, aunque bastante intervencionista. La mejor opción, en mi opinión, es regular a través del precio: vendrá menos gente y pagando más. Es algo que se puede hacer y más cuando el propio sector hotelero ya es consciente de lo que está pasando en destinos saturados como Mallorca.

¿Cree que la irrupción del turista norteamericano debe jugar un papel clave en ese proceso?
Lo que ese turista busca es un destino de calidad. Llevo 22 años en EEUU y hace apenas dos o tres años que he empezado a oír de gente que va de vacaciones a Mallorca, que a lo mejor antes solo era conocida por Rafa Nadal. Es fantástico porque puede ser muy buen cliente y el porcentaje de americanos que tienen pasaporte y que salen del país es bastante bajo comparado con los europeos. Eso quiere decir que el turismo exterior americano está en pañales: en torno a un 15 % sale fuera, unos 45 millones. Una mitad va al Caribe y la otra a otros destinos. Cada vez se emiten más pasaportes y, si se hacen bien las cosas, como cuidar las conexiones con United Airlines, estamos hablando de un potencial enorme. Cuando otras aerolíneas vean que sale rentable empezarán a meter más vuelos, no solo a Madrid y Barcelona.

¿Por qué ese mercado ha explotado justo ahora?
La pandemia ha sido clave desde el punto de vista del volumen de gente que decide viajar. Los destinos se ponen de moda como Croacia con los rodajes de Juego de Tronos. Y están empezando a descubrir Portugal, España... Países más grandes con mucha cultura y gastronomía.

¿Qué opinión tiene de las tensiones entre sector hoteleros y alquiler vacacional?
Uno no puede nadar contracorriente ni en contra de lo que quiere el cliente. Es como Uber y los territorios que tratan de pararlo: es un servicio al fin y al cabo y no por qué haya taxis me vas a limitar la posibilidad de elegir. Es un tema de oferta y demanda y de regulación, de no poner a uno en ventaja sobre el otro. Si quiero ir a un apartamento y no a un hotel, no me lo puedes prohibir, pero tiene que existir una regulación seria.