Los profesores cada vez tienen que atender más tareas al margen de la docencia. | Efe

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Los docentes de Baleares dedican entre 10 y 15 horas semanales a tareas burocráticas, la mitad de las cuales se dan durante la jornada laboral y la otra cuando llegan a casa. La burocracia, que desde hace años no ha dejado de aumentar, consume al profesorado, que según estos datos llegarían a suponer más de 600 horas anuales invertidas en tareas que no se corresponden directamente con la docencia.

Así lo ha denunciado este jueves el sindicato de la enseñanza pública ANPE, que ha elaborado una encuesta con 1.100 participantes, mayoritariamente maestros, profesores de Secundaria y de Formación Profesional de todas las islas, además de algunos especialistas de régimen especial.

En cuanto al esfuerzo vinculado a la elaboración de situaciones de aprendizaje, introducidas por la nueva reforma educativa, la LOMLOE, el informe indica que dos terceras partes del profesorado ha respondido que invierte entre 2,5 y más de 7,5 horas a la semana, lo que supone una dedicación considerable de esfuerzo extra que, en la mayoría de los casos, se asume fuera de la jornada laboral.

Según el presidente de ANPE, Víctor Villatoro, un dato relevante que extrae de la encuesta es que «el 83 % de los docentes consideran que la LOMLOE ha complicado su trabajo educativo, mientras que el 91,8 % asegura sufrir sobrecarga laboral, de los cuales la mitad de los afectados son tutores. La mayoría de estos profesionales se encuentran desanimados o presentan cuadros de estrés y ansiedad, dato que nos preocupa bastante», según ha explicado en una rueda de prensa.

Por último, el 62,8 % de los encuestados piensa que hace actividades que no se corresponden con su función, sienten que recae sobre ellos una multitud de tareas administrativas, atención psicológica, sanitarias, de apoyo, sustituciones, vigilancias o hasta tareas de limpieza, que se están asumiendo «sin límite alguno».

A modo de conclusión, desde ANPE han reclamando a la Conselleria d'Educació la necesidad de establecer un plan de reducción de la burocracia urgente y la creación de un departamento destinado a crear situaciones de aprendizaje de todos los niveles y materias. «Todo el papeleo, las tareas administrativas y la sobrecarga laboral está conllevando a la desilusión vocacional, alterando el estado anímico del profesorado», ha comentado Villatoro.