La playa de Es Trenc atestada durante los meses de verano. | Elena Ballestero

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Los datos de diciembre acabaron de rematar un año del que ya se sabía, bastantes meses atrás, que iba a romper todos los récords en materia turística. Baleares finalizó 2023 con 17,8 millones de turistas y 19.980 millones de euros en gasto turístico, unas cifras que baten todos los registros históricos de la comunidad y que confirman, principalmente, dos cosas: que la recuperación postpandémica del sector ya rebasó hace tiempo todas las expectativas y que el Archipiélago ha cruzado su Rubicón en términos de crecimiento turístico y encara ahora un 2024 con la saturación como principal amenaza a su éxito. Máxime cuando todas las previsiones apuntan a que este año se mantendrá la tendencia al alza.

Así, según los datos de movimientos en fronteras (Frontur) aportados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y ampliados por el Institut d'Estadística de les Illes Balears (IBESTAT) con las llegadas de visitantes nacionales, diciembre se cerró con 279.114 turistas registrados, una cifra solo superada por la de diciembre de 2018 (10.000 más).

Por otro lado, aunque la mayor parte de esas llegadas son de nacionalidad extranjera (165.688), es de destacar el peso que tienen en esta época del año las visitas procedentes de otras comunidades autónomas: 113.425 llegadas estatales en diciembre, dato que hace de la española la nacionalidad más numerosa y absolutamente clave en el mantenimiento del retén hostelero de la temporada baja.

Por lo que respecta al acumulado anual, el mercado nacional se confirma como el tercero en volumen de llegadas con 3,4 millones, solo por detrás de Alemania (4,6 millones) y Reino Unido (3,7 millones).

En cuanto a la facturación, diciembre dejó 267 millones de euros. Asimismo, los casi 20.000 millones acumulados durante los doce meses suponen, además de un máximo histórico, un incremento de más del 15 % con respecto al año anterior, un 2022 que ya había batido todos los récords en este sentido.

Los datos del paro con respecto al mes de enero, dados a conocer también en el día de ayer, confirman que las previsiones de cara a la temporada turística de 2024 van tomando forma, con un elevado nivel de ocupación en el arranque del año que anticipan una temporada alta que arrancará a finales de marzo, ya con prácticamente toda la planta hotelera abierta. Así lo hacen prever las reservas en el sector, tanto de hoteles como de aerolíneas, hasta ahora mucho más ágiles que las del mismo periodo de 2023.

Queda por ver cómo se van a comportar los meses centrales del año, especialmente julio y agosto, en los que que se registraron casi seis millones de visitas el año pasado y que son los más problemáticos desde el punto de vista de la masificación.