Aula del IES Antoni Maura en una imagen de archivo. | Pere Bota

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La Obra Cultural Balear (OCB) ha preparado una batería de argumentos jurídicos y pedagógicos en defensa del modelo lingüístico educativo actual que próximamente enviará a los directores de los centros de Balears, con el fin de que no se adhieran al plan voluntario de elección de lengua impulsado por el Govern de cara al próximo curso.

La idea es que tengan todo el conocimiento disponible para entender y defender proyectos lingüísticos en los que el catalán continúe siendo vehicular, partiendo de la base de que esta es la única manera de garantizar el aprendizaje de esta lengua y el castellano cuando el alumnado acaba su escolarización obligatoria. Además de ser la única forma de dar a conocer la lengua minorizada propia, que es el catalán.

La entidad sostiene que los estudiantes no tienen ningún problema para acabar la enseñanza conociendo perfectamente el castellano, algo que no ocurre con el catalán, aunque la normativa autonómica establece que deben de ser competentes en ambas. De hecho, solamente un 54,7 % del alumnado que acaba Primaria en Balears alcanza una competencia comunicativa oral aceptable (23,3 %) o satisfactoria (31,4 %) en catalán, frente a un 74,6 % que lo consigue en castellano (29,7 % y 44,9 %, respectivamente). Son casi 20 puntos de diferencia, según datos recogidos entre 2017 y 2018 por el Institut d’Avaluació i Qualificació del Sistema Educatiu (IAQSE) de la Conselleria d’Educació.

Por este estudio y otros similares que evidencian lo mismo, como la última Enquesta d’Usos Lingüístics de les Illes Balears, analizada por el Grup de Recerca Sociolingüística de la UIB, hecha en 2014 y revisada en 2018, la OCB cree que el plan de elección de lengua dificultará todavía más que los alumnos de los centros que se adhieran alcancen una competencia suficiente en catalán. Lo que tendría que hacer el Govern, insisten, es reforzar la lengua catalana. El presidente de la OCB, Antoni Llabrés, detallará los argumentos hoy en Can Alcover junto a Miquel Sbert, filólogo y pedagogo que fue director general d’Ordenació i Innovació Educativa, jefe del Departament d’Inspecció Educativa y director del IAQSE.