Imaginación y descaro entre todos los participantes | Gemma Andreu

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Seguro que dentro de unas horas algunos alaiorenses se lo pasarán pipa en la noche de Fin de Año. Muchos de ellos, sin embargo, iniciaron la gran fiesta de la despedida de este 2014 en la carrera San Silvestre nocturna de ayer tarde que concentró a 458 participantes activos -entre ellos 171 de las categorías menores- y centenares de curiosos por las calles del casco antiguo del pueblo incorporando un ambiente festivo colosal que desafió y ganó al frío soportable a la hora de la gran fiesta. Música, animación a cargo del 'sheriff' mallorquín y buen humor presidieron la cuarta edición de este evento mucho más lúdico que deportivo, organizado con esmero por el club local, Lô Esport, con recaudación solidaria para Aspanob a la que se entregará un euro por cada uno de los atletas de todas las edades que cruzó la línea de meta.

El junior Toni Torres, del Intersport Atletisme, y Julia Rita, del Triatlón Sant Lluís fueron los vencedores absolutos, seguidos respectivamente por Pau Garriga y Andrés Pulido, en chicos, y Begoña Canet y Maria Isabel Camarera, en chicas.

La prueba reina para populares y federados, con un recorrido de 5.400 metros tras completar tres vueltas al circuito urbano con tres subidas muy exigentes en la calle Ses Parres, fue la sexta y última de la noche alaiorense que dio paso a la entrega de trofeos y los 14 premios a los mejores disfraces. Porque Alaior es un pueblo de gustos carnavalescos y festivos que apenas precisa una mínima excusa para salir a la calle con la identidad modificada a partir de un atuendo simpático. Por eso no es de extrañar que en la Plaça des Ramal, lugar donde se ubicó la salida y la meta de la San Silvestre se concentrarán todo tipo de personajes que posteriormente tomaron parte en algunas de las diferentes carreras. Hubo quien lo hizo, incluso, a pie para sumarse a la gran fiesta en la carrera popular, entre ellos la propia alcaldesa, Coia Sugrañés, convertida en aviadora sin avión, o la mayoría de los regidores que la acompañaban, como Arturo Pons, Isabel Rodríguez o Juana Mari Pons, todos ellos corrieron o caminaron en la prueba popular. El conseller de deportes, Juanjo Pons, no faltó tampoco a la cita y, convenientemente disfrazado con una hermosa peluca, participó en la carrera reina de la San Silvestre nocturna.

Fue la última prueba la que reunió al mayor número de disfrazados lo que dificultaba todavía más la exigencia de la carrera. Así pudo verse a una banana de lo más veloz, una sevillana rápida, los niños de San Ildefonso, o un conocido compañero transformado en spiderman, entre cientos de disfraces.

Al final el jurado eligió a los diez mejores adultos y los cuatro infantiles que se repartieron jamones, paletillas y otros premios donados por diferentes firmas colaboradoras.