En la imagen, los cuatro participantes menorquines en la competición de 72 kilómetros. Vanessa Ruiz, Antonio Gálvez, Zeus Villalonga y Dino Gelabert. | Zori Gomila

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Zeus Villalonga y Vanessa Ruiz plantaron cara este sábado a los 72 kilómetros del recorrido de la Formentera All Round hasta el punto de luchar por la victoria. Fueron los mejores resultados cosechados por la expedición menorquina en una prueba que contó con 451 inscritos entre sus tres distancias, 72, 30 y 21 kilómetros. Un espectáculo deportivo que animó la Pitiussa Menorca que se encuentra estos días desperezándose de cara al inicio de la temporada turística.

Villalonga acabó sexto en la categoría absoluta con un tiempo de 7:37:10 después de pasarse más de media carrera, 40 kilómetros, en tercer lugar. El ganador fue el catalán Francisco Javier Serra Torres (6:45:07). Ruiz fue la segunda mejor mujer de la carrera larga al acabar con un tiempo de 9:30:01, por los 8:39:48 de la ganadora Sara Jarillo López. La exjugadora del Club Volei Ciutadella se perdió hasta en cinco ocasiones en un recorrido poco señalizado y en una de ellas cuando se encontraba solamente a un minuto de Jarillo.

La presencia menorquina se completó con el 24º lugar de Antonio José Gálvez Pilar (8:36:51), que completó el circuito pese a sufrir una caída y tener que correr con las zapatillas rotas por un terreno que juntó piedra, arena, alga y raíces que complicaban cada zancada, y el 86º lugar de Dino Gelabert-Petrus, con un tiempo de 10:53:46, de los 123 que completaron el recorrido.

En la prueba de los 39 kilómetros, Manu Morales logró un gran tiempo al entrar en meta después de 4:26:09 en 24ª posición, mostrando un gran estado de forma, mientras que el otro menorquín, Joan Villalonga, acabó el 107 con un tiempo de 5:52:49. El ganador de esta modalidad fue, un año más, el ibicenco Samuel Urbano con un tiempo de 3:02:52.

El sol fue el gran protagonista de la jornada de la carrera con temperaturas muy elevadas que complicaron el rendimiento a los deportistas. En la carrera se registraron varios abandonos por golpes de calor así como algunos casos de deshidratación y por lesión debido a la complejidad del terreno en algunas zonas.

Otra dificultad que se sumó al recorrido fue la señalización ya que, a diferencia de los hitos que se encuentran en el Camí de Cavalls, los corredores debían seguir unas cintas rojas y blancas colocadas en algunas ramas que la acción del viento escondía en algunos tramos. Al concluir, muchos participantes bromearon con la organización sobre el hecho de que salieran más de los 72 kilómetros previstos.

De los 135 corredores que tomaron la salida en la prueba de los 72 kilómetros, 12 abandonaron, mientras que en la carrera de los 39 kilómetros, de los 166 participantes, 9 tuvieron que abandonar. En los 21 kilómetros participaron 109 corredores y acabaron todos.