El Cós y el Pla de sa Creu de Sant Lluís congregaron a una muchedumbre dispuesta a participar y compartir una jornada deportiva diferente. | Carles Mascaró Pons

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La II Nits de la Lluna Plena celebrada en Sant Lluís acogió el mayor número de inscritos en una prueba atlética de estas características. Nocturna, no cronometrada, abierta a la participación de ciudadanos de toda condición y edad y completada con actos previos y posteriores que convirtieron la cita en toda una fiesta deportiva.

Toni Capó, director de la empresa organizadora Biosport Menorca,lejos de entrar en comparaciones, sí asemejó la concentración del lunes «a la I Cursa del Toro». Con la diferencia que aquella «respondía a una cuestión de carácter solidario» y la Nits de la Lluna Plena «pretender ser una experiencia deportiva a compartir con la familia y los amigos».

1.200 inscritos. De nuevo la organización tuvo que restringir la participación. El domingo por la mañana figuraban 790. En menos de 48 horas se inscribieron unos 400 más. Y en las dos horas previas a la salida, en el Pla de sa Creu, fueron 120 las inscripciones realizadas. Una prueba del interés y expectación social y deportiva que despierta la propuesta.

Los miembros de la Cruz Roja apenas tuvieron que intervenir en una ocasión. Por un desvanecimiento, sin consecuencias. El resto transitaron por el trazado de 10 o 5 kilómetros al ritmo que quisieron. Corriendo o andando. En grupo o en solitario.
La luna, raptada por momentos por las nubes, acompañó la mayor parte del tiempo en el recorrido que unió asfalto urbano, de carretera y núcleos rurales y urbanizaciones costeras.