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En la cancha es una auténtica fiera del balón. Fuera de ella, un hombre tranquilo, que intenta pasar desapercibido, a pesar de la holgura de su vestimenta, santo y seña de la mayoría de jugadores americanos que deambulan por el mundo viviendo del baloncesto. Jakim Donaldson parece haber encontrado ya su juego después de un inicio discreto y, tras ser el más valorado el pasado domingo con 24 puntos, se muestra dispuesto "a seguir trabajando para ir adaptándome cada vez más y ayudar mejor al equipo en la lucha por el reto de la permanencia". Sabe que el equipo necesita los puntos y que sea el referente ofensivo en la pintura, a cambio, el de Pittsburgh confía en que el equipo se mentalice para ganar lejos del Pavelló. "Hay ocho canchas en las que podemos ganar", advierte. Mentalidad ganadora.

La llegada de Donaldson al Menorca se vio envuelta por la expectación de ver al mejor jugador de LEB Oro en las últimas temporadas dar el gran paso a la ACB. La afición del Menorca le recordaba el 'traje a medida' que le hizo en las semifinales del play off en la lucha por la ACB. Ahora la capacidad atlética de este ala-pívot de 203 centímetros encandila al Pavelló. "Mi rendimiento va en aumento, pedí tiempo a la afición pero he ido trabajando cada día para aumentar mi nivel de juego, para estar preparado para el desafío de mantener la categoría y con el paso de los días cada vez estaré más adaptado", advierte Donaldson, que ya promedia 11 puntos, 5,7 rebotes, un mate y 14,5 de valoración por partido.

El neoyorkino reconoce, tras el primer éxito del equipo al sumar tres victorias y tres derrotas, que "un poco sí que nos esperábamos empezar así, hemos tenido opciones en todos los partidos, a excepción del Barça, pero hemos jugado duro todos los partidos durante los 40 minutos". Este carácter ganador, que le acompaña desde que se empezó a dedicar al baloncesto en su Pittsburgh natal, hace que no entienda de proyectos modestos. "Necesitamos encadenar más victorias para que nos unan como equipo, aunque mejoramos la dureza y el bloque en cada entreno", asegura el jugador, que confía en las opciones de su equipo de ganar lejos de casa.

La primera opción que tendrá el Menorca es una de las más complicadas. El equipo que entrena Paco Olmos no ha ganado nunca en ACB al Gran Canaria y los registros no son nada positivos al respecto. Los de Pedro Martínez no pierden en casa desde la jornada 12 del curso pasado. En total 14 jornadas consecutivas imponiéndose a rivales de la talla de Caja Laboral, Power Electronics Valencia o Unicaja de Málaga. Jakim Donaldson cree tener el antídoto a esta situación. "Tienen una defensa muy buena, como nosotros, tienen un pabellón muy complicado, he jugado ahí con La laguna en pretemporada y el público anima", explica el jugador americano, que advierte que el Gran Canaria "tiene talento pero nosotros también" por lo que "debemos tener mentalidad hacia la victoria".

Donaldson cree que jugar en casa es un plus para el equipo pero que si el Menorca, como ya hiciera en Alicante, quiere ganar lejos de su público, el primer aspecto que debe tener muy trabajado es el mental, que el equipo sienta que es capaz de sobreponerse a todas las adversidades que surjan durante los 40 minutos del partido. "Es más fácil jugar en casa, como en la NBA, LEB Oro, ACB... Siempre es más cómodo dormir en tu cama, comer en casa y sentir el apoyo de tu gente; los viajes cansan mucho pero es posible ganar en ocho pabellones sólo necesitamos mentalidad". Hay que tener mentalidad ganadora.