Huertas. Gesto de rabia del base brasileño - Archivo

TW
0

Si desafiar en su casa a un ogro, léase Caja Laboral, ya suele resultar complicado, el Menorca Bàsquet tendrá que hacer frente el próximo domingo a un ogro crecido tras su victoria ante un gran rival y enfadado con los árbitros. En la jornada pasada, los vitorianos lograron una gran victoria, la sexta consecutiva, frente al Regal Barça, que les permitió desbancar a los catalanes del liderato.

La resaca de aquel duelo de titanes ha traído cola. La actuación de los árbitros fue muy discutida y encendió al público del Fernando Buesa Arena, especialmente tras la descalificación del técnico local, Dusko Ivanovic. Un sector del mismo llegó incluso a lanzar algunos objetos al campo.

Según el acta arbitral, se lanzaron a la pista algunas botellas de plástico, papeles, monedas e incluso una maza de tambor. El club alavés se expone a una posible sanción por estos hechos.

Además, el presidente baskonista, Josean Querejeta, realizó unas declaraciones incendiarias en las que calificó el arbitraje de "tendencioso" y "provocador" y aseguró que en 22 años como presidente no había visto "nada igual".

Ayer, el Juez Único de Competición, Juan Ramón Montero, abrió un expediente disciplinario sobre los incidentes, en el que estudiará el acta del partido así como las declaraciones del máximo mandatario baskonista.

Además, para completar la revuelta semana en Vitoria, el Caja Laboral comienza hoy la segunda vuelta de la fase regular de la Euroliga visitando la cancha del Maccabi. Tras acumular tres derrotas, los vitorianos tienen la presión añadida de ver cómo se ha reducido su margen de error.

Así, el Menorca tendrá enfrente a un equipo que posee el mejor ataque de la ACB y es, además, el tercero que menos puntos ha recibido. Una misión complicada, y más aún teniendo en cuenta que la actuación de los árbitros se mirará con lupa en Vitoria.