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El Menorca Bàsquet se quedó a un par de tiros libres de salir por la puerta grande en el ruedo de San Sebastián, tierra de suculentos pintxos servidos en su barrio viejo . Los hombres de Paco Olmos jugaron su mejor tercer cuarto en lo que va de competición, tras un mal primer tiempo, aunque no fue suficiente para doblegar a un Lagun Aro que sacó las uñas en el último periodo para defender hasta la saciedad la mínima renta con la que contaba.

El 77-72 final hundió un poco más al equipo menorquín, bastante condicionado por la labor arbitral, y al que se le echó de menos en algunos momentos en defensa. Primera derrota del Menorca en Donosti en una jornada en la que, como mal menor, todos los de abajo perdieron, lo que supone una oportunidad perdida para salir del pozo.

El Menorca arrancó impreciso en ataque en un choque vital para ambos. Pero la soleada y apacible mañana en Donosti se nubló antes de pasar el ecuador del primer cuarto cuando Diego Ciorciari se cargó con la segunda falta personal, en un triple de Baron. El Lagun Aro ganó confianza sin el argentino en la pista (16-10) y Paco Olmos cedió el mando a Huertas y a Servera.

El partido se iba tiñendo poco a poco de azul y blanco local (21-14) cuando un triple de Servera redujo distancias. El tanteo del primer acto no beneficiaba y tampoco ayudaron los 7 puntos de Javi Salgado, superior a todos los jugadores. Un triple de Victor sobre la bocina justificó una ligera mejoría (25-22), pero el prólogo del partido no era el adecuado para los menorquines.

Olmos devolvió a Ciorciari a pista para que bailara con Salgado en el segundo cuarto, mientras los árbitros cosieron a faltas a los de la Isla (0-5) a 6'45'' para el descanso. García, Bultó y Cardús tomaron demasiado protagonismo en este tramo castigando cada contacto.

El Lagun Aro logró llevar el choque a donde le interesaba, abriendo una primera brecha en el electrónico (37-28) ante una defensa mahonesa inoperante. Tampoco las sensaciones eran mucho mejores en ataque con Victor y Donaldson, máximos anotadores, en el banquillo. Baron apuntilló a los menorquines desde el extrarradio en dos ocasiones (44-30), dando la máxima ventaja a los locales +14.

El descanso llegó con polémica cuando en el último segundo Donaldson anotó una canasta y fue objeto de falta. Los árbitros consultaron el 'instant replay' y decretaron que tanto el tiro como la falta se dieron con el cuarto concluido (46-33). La historia de cada partido se repetía una vez más. El Menorca se iba a los vestuarios con un parcial muy pesado.

El ritmo siguió alto en la segunda parte, algo que no le interesaba al Menorca. Ciorciari y Limonad tiraron del carro desde dentro y desde fuera, y lograron recortar hasta el 54-48, a 3'11'', después de una cómica acumulación de errores en el ataque local, que llegó a encadenar cuatro tiros fallados. Radenovic, con dos triples, se apuntó a la remontada (56-53), con el último cuarto por disputarse, tras el parcial de 10-20. Los de Olmos habían hecho lo más difícil.

El partido entró en el tramo definitivo con un Menorca desconocido. Había sido capaz de superar los fantasmas que le acompañan habitualmente en el tercer cuarto para, a base de garra, casta y algo de suerte desde 6,75, o acierto, como se suele llamar en baloncesto, llegar al epílogo con opciones (63-63).

Donaldson acercó hasta el extremo a los de Paco Olmos, que vieron cómo Baron, con tres tiros libres, distanciaba a los suyos de nuevo y, en ataque, el caucho se peleaba con el hierro. Despertó entonces el San Sebastián Arena, con el empate a 59.

Olmos sentó a Caio, el mejor por entonces, y entró a Ciorciari, colocando a Victor de '4' para frenar a Panko. El Lagun Aro recobró aire con un 4-0 (67-63) a tres minutos para el final, que les sirvió para seguir al frente y el Menorca despilfarró sus opciones de ganar desde la línea de personal (Radenovic y Donaldson), quedándose con la miel en los labios en el 71-69.