RADENOVIC. El ala-pívot serbio sufrió un esguince de tobillo en los compases finales como epílogo a la desastrosa actuación del equipo ayer - photodeporte

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La Adecco LEB Oro, esa categoría periférica en la que tan bien se desenvuelve el Menorca Bàsquet históricamente recibirá con los brazos abiertos al equipo insular el próximo septiembre. Si alguna duda, nada razonable, quedaba sobre el futuro del club menorquinista esta campaña en la ACB, ayer se despejó ante el que era peor equipo de la Liga, el Granada. Ese dudoso honor lo ostenta ahora el equipo de Paco Olmos, cuyo objetivo triste será intentar eludir ese último escalón de la Liga en los dos largos meses de competición que todavía le quedan por delante.

La de ayer fue otra demostración de impotencia del cuadro mahonés, un equipo menor, lamentable por momentos, ante un rival de tercera fila pero rebosante de orgullo y combatividad, que tuvo un día inspirado desde el perímetro ante una defensa blanda.
Reaccionó el Menorca al final del segundo acto, pero en el tercero el Granada se recreó en las miserias de su rival para entregarle el farolillo rojo de la clasificación. Una pena.

Aunque el comienzo del partido resultó esperanzador para el Menorca, la temprana retirada de Victor, con dos faltas, liberó a un Granada inusitadamente efectivo en el lanzamiento exterior. Había hallado agujeros descomunales en la zona granadina el equipo de Paco Olmos en los cinco primeros minutos en los que gobernó el marcador (7-8 y 9-11). Pero con Sanders por Victor para defender a Coby Karl, éste halló un chollo para darse un atracón desde el perímetro, justo la línea menos efectiva del Granada. Dos triples del americano granadino y una canasta más adicional colocaron un parcial de 9-0 para el que el Menorca no tuvo respuesta (18-11).

El Menorca se fue del partido atrás y cerró el cuarto 9 puntos abajo (22-13). Pero es que la reanudación del juego todavía resultó peor. Rostro desencajado de Olmos en el banco y de los jugadores en la pista. Así el Granada amplió su renta de tal manera que parecía liquidar el partido por la vía rápida frente a un rival que dejaba traslucir todas sus debilidades. Stefansson, con dos, Guerra y Karl insistieron desde la línea de 6,75 mientras el Menorca deambulaba por la pista y tocaba fondo cuando el Granada le doblaba en el marcador (34-17) arrastrando un parcial de 21-6.

Olmos volvió a detener el juego porque su equipo era un alma en pena tras haber anotado tres tiros libres en seis minutos en los que no había convertido ninguna canasta en juego. Ninguna rotación le había funcionado al valenciano hasta entonces porque Limonad, como base, tampoco podía con Gianella ni con el joven Hernández. Optó entonces por alinear a Ciorciari, Servera, Caio Torres y Victor, y a partir de ahí el partido cambió. El Menorca comenzó a correr y mejoró su efectividad en el tiro . Victor volvió a ser letal en la pintura, y el marcador se contrajo. Los de Olmos colocaron un parcial de 4-16 en apenas 3 minutos que les permitió retornar al partido tras marcharse al descanso sólo 5 puntos abajo.

Un triple de Radenovic fue el mejor inicio posible para el combinado menorquinista. La remontada estaba a punto de culminarse con una nueva canasta que situó el tanteo en 39-38. Pero no la consumó y ya no volvería a estar tan cerca en el luminoso. Olmos había mantenido al mismo cinco efectivo del cuarto anterior pero la estrategia se le comenzó a romper a partir de la cuarta falta de Victor a seis minutos del final del cuarto. Sanders, especialmente desatinado, no tuvo centímetros para defender a Stefansson y este tiró de su equipo que volvió a tomar la iniciativa en el juego, al tiempo que el Menorca perdía la suya. El marcador fue estirándose de nuevo porque Granada halló más espacios en la defensa mahonesa. Olmos dio un respiro a Caio y Ciorciari y el cuadro andaluz halló el último empujón arbitral para compensar las protestas de la afición local. Un gesto rabioso de Limonad tras cometer una falta le valió una técnica con 54-45 en el marcador.

Stefansson convirtió los 4 tiros libres y el partido se acabó para el Menorca a 31 segundos del final de este tercer acto (58-45).Para rematarlo, un nuevo parcial de 5-0 convirtió en un suplicio el último acto en el que el Granada bordeó los 20 puntos de ventaja y Radenovic sufrió un esguince de tobillo.

Olmos: "La clave ha sido nuestro poco acierto, que ha roto el partido"

El entrenador del Menorca Bàsquet, Paco Olmos, analizó la derrota señalando que "no hemos entrado como debíamos al partido, no hemos estado bien en defensa y eso ha hecho que Coby Karl tuviera un momento excelente. Lo hemos sabido solucionar antes del descanso y en la segunda parte nuestro nivel ha sido aceptable. La clave ha sido nuestro poco acierto, que ha roto el partido".

El técnico valenciano reconoció además que la imagen en el vestuario al término del partido eran "caras de total abatimiento, frustración y decepción porque sabíamos que era nuestra última bala dentro de una situación muy complicada. En nuestras cuentas, ganando el partido se abría una luz pero el equipo ha visto cómo se iba apagando. No ha sido un problema de actitud sino que se te viene el mundo encima y el otro equipo lo aprovecha".

Es por ello que lamentó la ocasión perdida porque sabía que "era nuestra esperanza para volver a meternos si Manresa no abría más la brecha".

Con diez partidos por delante, a pesar de la dificultad, el técnico apela a "la profesionalidad, la honestidad, la épica de trabajo y buscar ganar partidos porque quedan dos meses de competición y voy a exigir trabajar día a día".

Por último quiso "pedir disculpas a la afición por estar tan lejos del objetivo" además de ser el nuevo colista.

Segura: "Se notaba mucha tensión"
El entrenador del Granada, Curro Segura, señaló tras el choque que "la clave ha sido no estar nerviosos cuando se han acercado en el marcador. Se notaba mucha tensión en la cancha por la situación clasificatoria de los dos equipos".

El ex del Menorca Bàsquet comentó además acerca de su rival que "están acusando los nervios de estar ahí, no están jugando al nivel que podrían y eso les impide jugar con tranquilidad. Ambos lo tenemos complicadísimo pero hay que seguir".