Todos. Baloncestistas menorquines de varias épocas posaron con la ilusión del primer día en la fotografía de grupo en la Primera Trobada de Veterans del Bàsquet Menorquí celebrada ayer - gemma andreu

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En la megafonía del Pavelló sonó otra cosa. Pero en la mente de más de uno sonó la canción de Miguel Ríos, aquella que habla de unos pioneros. Ayer había en Bintaufa mucha ilusión, recuerdos, muchas risas, mucha nostalgia. "Que los viejos rockeros, nunca mueren" porque "nacieron con el fuego intenso" de un deporte que deja una marca en la piel. Es el "Ba-lon-ces-to", com dijo un día el técnico Pepu Hernández.

Y en la I Trobada de Veterans del Bàsquet Menorquí, una iniciativa del Menorca Bàsquet vehiculada por Santi Obrador y Tino Sintes, que ha de desembocar en una Associació de Veterans, se dieron cita jugadores, técnicos, árbitros y directivos de la isla, de la década de los 60 hacia atrás, mucho antes de que el básket insular alcanzar el techo que ha logrado en el último decenio, que hubieran jugado en categorías federadas. Los más valientes empezaron jugando partidillos, y después se disputó uno a toda pista. No importaba el resultado... pero algún "pique" sí hubo.

Las risas eran risas. Comentarios del tipo "mañana no va haber quien me levante. Me duele todo" o "no tires hombre, ¿no ves que ya no llegas?". Y anécdotas de aquél partido, arbitraje... Tantas cosas de tanta vida que siguieron en una cena en el Hotel Port Mahón y entradas para todos para el Menorca-Melilla del próximo sábado.