David Navarro. La estrella del equipo responde cada vez más a su rol, igual que el pívot, Arteaga - Javier

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Justo cuando más se empinaba el calendario y las dudas crecían en el entorno del club por la reiteración de derrotas foráneas ha aparecido, hasta el momento, la mejor versión del Menorca Bàsquet. Tanto es así que el equipo de Josep Maria Berrocal es el más solvente en este tramo de la Liga que comprende el mes de noviembre.

Las tres victorias consecutivas ante rivales directos y de enorme peso -Granada y Melilla, en Maó, y Burgos a domicilio- constituyen la mejor serie de la Liga en este instante porque ningún otro equipo ha conseguido enlazar tres triunfos en sus últimos tres compromisos.

La reválida a este crecimiento del conjunto mahonés refrendada con resultados la tiene a la vuelta de la esquina, el próximo sábado, con la presencia en el Pavelló del 'coco' actual del campeonato, el Iberostar Canarias de Jakim Donaldson y Richi Guillén, un equipazo que corona casi todas las estadísticas de la Liga.

El Menorca podrá testar su grado de mejoría ante el que, hoy por hoy, aparece como máximo candidato al ascenso directo en función de sus resultados -dos derrotas en diez partidos, al igual que el Lleida de Ricard Casas, siguiente rival de los mahoneses en Maó tras otra dura salida a La Palma la próxima semana. Son los tres partidos más exigentes, de forma consecutiva, que le quedan al Menorca en esta primera vuelta de la Liga.

Los síntomas, en todo caso, no dejan de ser optimistas para que el grupo de Berrocal pelee por la primera victoria ante el Canarias más allá de la indiscutible calidad de su rival. El equipo se ha hecho fuerte en el rebote como consecuencia de su esperado avance defensivo. Y lo ha hecho aún careciendo del mayor especialista que tiene en esa faceta, el americano Taylor Coppenrath, operado el pasado viernes de su hernia discal en Palma. Urko Otegi ha asumido más galones todavía ante la ausencia del pívot de Vermont, y es el mejor reboteador del plantel en este momento.

Pero la creciente madurez del plantel descansa en su confianza. El equipo aprende a convivir con las situaciones difíciles de los encuentros como no había hecho hasta ahora, y ya no se siente perdido cuando tiene el marcador en contra o el rival se acerca. En este sentido, la explosión del joven base Dani Pérez está siendo fundamental porque cada vez que entra en cancha proporciona al equipo lo que necesita, es decir, pausa o ritmo, además de anotación y asistencias.

El otro punto que apuntala la reacción del equipo tiene nombre propio: David Navarro. Es la estrella del plantel, junto a Arteaga, y ya lo asume con naturalidad. Los últimos tiros son para él y su eficacia queda fuera de duda. Está por encima del nivel general medio del campeonato y va a ser una garantía para el grupo a medida que avance el campeonato y lleguen los partidos que determinarán las posiciones para entrar en el play-off.