El Menorca encaró el último cuarto perdiendo de siete y acabó ganando - diario palentino

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El Menorca Bàsquet demostró una noche más que es un firme candidato a todo lo que se le presente por delante. La victoria ayer en Palencia fraguada en unos cinco miuntos finales de ensueño, con un parcial de 2-14 incluido, demostró la calidad del grupo que manjea Josep Maria Berrocal y la casta de un equipo que con su victoria y la derrota del Lleida ante el Canarias (70-104) tiene la Copa más cerca que nunca a falta de tres jornadas para el final de la primera vuelta. Gris partido hasta el tramo decisivo donde la calidad de Navarro, Arteaga y compañía decidió (67-71).

El Menorca asaltó el Marta Domínguez, una pista donde los locales hasta ayer sólo conocían el sabor de la victoria. Y ayer, viendo el primer periodo, lo normal hubiera sido perder. Los menorquines firmaron diez minutos iniciales para el sonrojo. Tras un arranque dinámico y enloquecido de los dos ataques, y con las defensas pura mantequilla (9-8 en apenas minuto y medio), Moss y O'Leary se pusieron las pilas para frenar los ataques de los visitantes cuya línea exterior era un desierto. Los de Lezkano firmaban un 8-0 que ponía el luminoso en un 17-8 a cuatro minutos del final.

Entró Dani Pérez por un desacertado Jiménez, y Berrocal pedía su primer tiempo tras tres minutos nefastos de los dos equipos. Blanch rompía al fin cinco minutos de sequía menorquina.

O'Leary, con muchos centímetros menos, le robaba la merienda a Arteaga y a Urko, con cuatro rebotes de ataque casi seguidos. Un triple de Swanston ponía el 22-10 del final del periodo, con unos guarismos de pena para los de Berrocal.

En el segundo acto, comenzó a renacer el Menorca con un 0-6 gracias a dos triples de Pérez y Morentin (26-20), pero la pareja O'Leary-Moss seguía haciendo mucho daño en las dos pinturas. Moss firmaba su punto 14 para poner un 33-23, al que respondían Arteaga y Blanch con cuatro puntos seguidos para el tiempo muerto de Lezkano a tres minutos del descanso. Un intercambio de canastas propició el -8 (37-29) con el que se llegó al descanso.

Tras el intermedio, el Palencia se cargaba rápido de faltas y el Menorca intentaba subir sus prestaciones sobre todo en el rebote ofensivo con Urko y Arteaga. A pesar de todo, el camino de la SAD no se acabó de allanar. Los visitantes no encontraron el camino hacia el aro hasta que en los primeros dos minutos David Navarro lograba convertir un tiro de cinco metros. La réplica fue un +2 de Moss, pero sería su última anotación de la noche pues las faltas le llevaban al banquillo.

Arteaga se dejaba ver al fin con dos canastas seguidas (39-36). El ex de Palencia se puso el mono de trabajo y con un gancho lograba recortar esos márgenes. Pero una antideportiva del Menorca sirvió para que Palencia volviese a estirarse ligeramente en el electrónico. Parcial de 7-2 con O'Leary brillando. Un triplazo de Jorge Jiménez ponía a cuatro de distancia apenas (48-44), pero Swanston y O'Leary mantuvieron a los suyos, mientras Menorca sobrevivía desde los tiros libres. 57-50 al final del periodo.

La reacción en la última entrega no se hizo esperar y los baleares consiguieron recortar de golpe y plumazo las diferencias hasta colocarse a tan sólo tres puntos (57-54). Sin embargo el acierto exterior de Palencia volvía a abrir la brecha en el marcador. Dos triples de Bravo a cinco minutos para el final llevaron el marcador al 62-54. Los de Berrocal, que fueron inferiores los 35 primeros minutos, se agarraron como a un clavo ardiendo a la inspiración de Navarro que tiró del equipo hasta igualar la contienda a 65 puntos a falta de un minuto.

El vendaval menorquín de 5 minutos (2-14) pasaba por encima de Palencia y se acababa imponiendo merced a las imprecisiones de los locales y a la sangre fría de Dani Pérez desde la línea de tiros libres. Una victoria para creer, con unos minutos finales donde los isleños borraron de la pista a un gris Palencia.