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Hace apenas dos meses todo parecía sonreír al Menorca Bàsquet para conservar, cuanto menos, la segunda plaza de la Adecco Oro, e incluso soñar con algún despiste del Canarias para asaltar la primera. Sin embargo, en ese espacio de tiempo la dinámica ha volteado de manera drástica, las dudas han crecido producto de la irregularidad del grupo que le ha llevado a perder cinco de los últimos diez partidos que ha disputado. Como consecuencia, el Menorca no sólo no ha podido asegurar la segunda plaza cuando todo estaba a su favor para lograrlo, si no que tras perder en Huesca se ha visto relegado a la quinta. Ahora mismo, pelear por la tercera parece el reto más realista pero no por ello menos complicado.

Esa posición, la quinta, es la peor del equipo desde hace 13 jornadas. Los datos son significativos porque denuncian que el Menorca había entrado en la velocidad de crucero a partir de la octava jornada cuando en los quince partidos posteriores sólo había sufrido tres derrotas. Sin embargo, en los últimos diez encuentros ha hincado la rodilla en cinco ocasiones. Un plantel como el que dirige Berrocal, largo y de calidad, en una Liga menos competitiva que otros años no parece ajustarse a la quinta plaza que ocupa a dos jornadas del final.

La reciente lesión de Oliver Arteaga, el MVP del equipo, no es una justificación precisa para explicar la última y dolorosa derrota en Huesca. Sí lo son, en cambio, la irregularidad mostrada en demasiados partidos, los débiles comienzos, la pérdida de protagonismo de David Navarro o la lenta reincorporación de Coppenrath.
A dos jornadas del final de la Liga regular, el Menorca tiene la segunda plaza casi imposible puesto que al Ford Burgos le basta con sumar un triunfo más en los dos partidos que restan para hacerla suya. El equipo de Berrocal no puede hacer más cálculos dentro de las múltiples combinaciones que todavía pueden darse, que sumar los dos triunfos frente a Tarragona, el próximo viernes, ya con Arteaga recuperado, salvo sorpresa, y en Pamplona, en la última jornada, y esperar que el propio Burgos, Lleida y Grupo Iruña Navarra, pierdan alguno o los dos partidos. El average con La Palma, Lleida y Melilla le sonríe, no así con el Burgos y falta determinar el de Navarra.

Los dos partidos que le aguardan al Menorca encierran una enorme complicación, y más visto el pobre rendimiento ante el Huesca, otro candidato al play-out. Es la misma tesitura en la que se halla el Tarragona que necesitará, probablemente, ganar en Maó y en la última jornada al campeón, Canarias.

Además el Menorca jugará el último encuentro en la cancha del GI Navarra, ahora rival directo que le supera en la clasificación con el mismo número de victorias. El equipo navarro puede pelear, incluso, por la segunda plaza si es capaz de ganar los dos partidos que le quedan ante Burgos y Menorca. Difícil tesitura para el equipo mahonés tras su trayectoria descendente que no deja de ser sorprendente por la buena marcha que llegó a tener en el tramo central del campeonato.