Pamplona, en el camino a la ACB

El tercer asalto a la máxima categoría del baloncesto español pasa, inevitablemente, por la ciudad de San Fermín donde el cuadro menorquinista llegó ayer tarde con el propósito de salir indemne del encierro que le aguarda hoy y el próximo domingo, sin toros de por medio, ante un rival crecido y una afición navarrica entusiasta con el momento singular que está protagonizando su equipo.

A lomos del optimismo que se ha expandido en el equipo de Josep Maria Berrocal y su entorno, los jugadores están convencidos, de puertas adentro, que conseguirán el pase a la gran final manteniendo el nivel de juego que fueron capaces de manifestar en sus dos últimos encuentros.

La eliminación del Burgos, además, eleva las expectativas del Menorca para volver a hacer historia con un tercera ascenso puesto que fuera cual fuera su rival en la final, tendría el factor pista a su favor ya que clasificó por delante de Melilla y Cáceres en la fase regular.

Es la consecuencia del progresivo rendimiento que ha ofrecido el grupo desde que arrancara la serie de cuartos de final ante el Breogán de Lugo, culminada el pasado domingo en el Pazo con el que fue su mejor partido de la temporada hasta la fecha.

Ahora, el Grupo Iruña Navarra aparece como otro muro a sortear en el camino a la ACB. Los de Ángel González Jareño afirman que no tienen la misma presión que su rival isleño, pero saben que están ante una oportunidad única para plantarse en la final y, por qué no, lograr el ascenso después de haber eliminado al UB La Palma en la primera serie del play off.

La directiva local, a través de precios populares, espera llenar el aforo del Polideportivo Anaitasuna y así lo hacía prever ayer tarde la exitosa venta de entradas anticipadas. El calor del público jugará a favor, claro está, del equipo navarro, tanto como el factor Starosta, su jugador más determinante, y confianza de haberle ganado los dos partidos de Liga al Menorca.

Pero el play off, como bien señalan todos los técnicos implicados es otra historia y el Menorca es el rival al que nadie quiere en estas eliminatorias porque es el que reúne más talento en más jugadores.

El equipo, con su presidente Benito Reynés, al frente, llegó ayer tarde a Pamplona, procedente del aeropuerto de San Sebastián, y a las 19.00 horas se ejercitó en el pabellón Arrosalía.

No hay novedades en la expedición y sí las mejores sensaciones para iniciar la serie con buen pie, o al menos ganar uno de los dos partidos del fin de semana.