Su sola presencia intimida. Dos pívots de los duros, de la vieja escuela, de esos que la última vez que pisaron la línea de triples cursaban EGB. Dos treintañeros que lucen galones en sus respectivos vestuarios y que ven con resignación el nuevo escenario donde actuar, la Liga Menorquina. Ángel Piedra, del Alcázar, y Sergio Muñoz, del CCE Sant Lluís son los capitanes de sus equipos y lo fueron el curso anterior cuando militaban en Primera Balear. "Creo que la competición ha perdido el atractivo que tenía", asegura Piedra, y Muñoz opina que "será menos exigente, una lástima, pero cuando empiezas a jugar te olvidas de todo lo demás".
La remodelación de la Primera Balear que ha pasado de ser una Liga a ser una fase a final de temporada, como en las categorías inferiores, ha dejado hundido al baloncesto menorquín que ya estaba tocado. Sin ACB, LEB ni EBA, el último reducto de los valientes ha perecido. "El problema creo que ha sido que durante los últimos años nos hemos excedido, llegaron a coincidir cinco equipos en Primera Balear, y ahora se pagan las consecuencias", explica Sergio, a lo que Ángel añade "es un espejo de cómo está el país, tener según qué deporte en qué categoría ha pasado a ser un lujo, hay cosas más importantes, necesidades básicas que deben priorizar".
Coinciden ambos jugadores en que "el problema se resume en lo económico". "Seremos la única comunidad que en categoría senior no tendrá una Primera a nivel autonómico", amenaza Piedra, mientras que Muñoz asegura que "los gastos importantes son inasequibles, el coste de las inscripciones de los jugadores, los seguros... Hace falta mucho dinero". Entonces, ¿era inviable la Primera Balear? "Yo creo que no, se podía competir tranquilamente, de hecho creo que se ha anulado porque los equipos de Mallorca han fallado porque aquí los dos estábamos dispuestos", desvela el santlluïser, a lo que el mahonés matiza que "si el acuerdo por los billetes ya estaba hecho, se podría haber asumido".
Piedra, que esta temporada espera sacarse los niveles para ser entrenador y ejercer el próximo curso, no duda de que "Menorca tiene hambre de baloncesto y tiene una cantera muy buena por lo que creo que en cuestión de años habrá algún equipo de EBA". Muñoz no va tan allá, y recuerda, "yo, como la mayoría, jugamos para pasarlo bien, desconectar, no sé qué pasará". Palabras de capitanes que, aunque venga el mal tiempo, liderarán el barco.
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