Fue la pieza clave para conseguir la medalla. - Reuters

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La selección española mantuvo su idilio con el podio al vencer a la de Croacia por 92-66 y colgarse la medalla de bronce en el XXXVIII campeonato de Europa de baloncesto en gran medida merced a la genial actuación del base mahonés Sergio Llull, mejor anotador español ayer con 21 puntos. El equipo nacional consigue así su séptima medalla en ocho años tras el oro del Mundial de Japón 2006, la plata del europeo de España 2007, la plata olímpica de Pekín 2008, el oro europeo de Polonia 2009, el oro europeo de Lituania 2011 y la plata olímpica de Londres 2012.

Croacia comenzó a perder el bronce antes de que se iniciara el partido, al adaptarse a las características del equipo español y renunciar a jugar con un '4' nato para hacerlo con tres 'pequeños'. Quiso ganar a la selección española con sus mismas armas y comenzó a pagarlo. Los primeros cuatro minutos, con defensa en zona croata para intentar tomar el pulso al partido, fueron de claro dominio español (11-2). La ausencia de Markota, por aparente lesión, redujo la rotación de pívots y Jasmin Repesa prefirió utilizar a Zoric de falso 'cinco', antes que jugar con Andric.


El cambio a defensa individual le sentó mejor a los balcánicos porque los españoles fallaron algunos lanzamientos, al tiempo que no apretaron lo suficiente en defensa, lo que permitió que el marcador se igualara (17-16, min.8). Dos triples consecutivos de Sergio Llull arreglaron momentáneamente el problema del equipo español para cerrar el primer periodo con 23-18.


En el segundo cuarto la táctica croata fue poner pívots pequeños como Zoric para intentar sacar a Marc Gasol de su espacio de influencia, al tiempo que en defensa colapsaban la zona y trataban de secar al pívot de Memphis por lo civil o por lo penal. Croacia optó por la dureza defensiva como el resto de equipos que habían derrotado a España en el campeonato y obtuvo réditos, ya que en el minuto quince volvió fugazmente a dominar el marcador (27-28).


Llull de nuevo, con un triple y el primer contraataque culminado, firmó cinco puntos tranquilizadores para el equipo de Juan Antonio Orenga (32-28, min.15.45), mientras que Víctor Claver ayudaba en la anotación y en los rebotes. A estas alturas de partido Bogdanovic (17 puntos) ya se había convertido en la pesadilla de la defensa española, pero Llull (14 puntos al descanso y 4 de 6 triples) tuvo otro brote genial con un balón robado y un triple sobre la bocina que permitió a la selección española marcharse al vestuario con un 47-36 todavía incierto pero esperanzador.

En la continuación, Llull, con la muñeca caliente y el séptimo de caballería pegado a sus botas, siguió manteniendo al equipo español por delante en el marcador (54-42, min.25) con 19 puntos con la firma del base-escolta menorquín.

Croacia comenzó a dar síntomas de debilidad y falta de fuerzas, mientras que España siguió manteniendo el ritmo con rotaciones y una buena defensa que secó a Bogdanovic, al tiempo que Marc Gasol cada vez se hacía más grande bajo los aros. Los quince puntos de ventaja al final del tercer cuarto (63-48), tras un 7-1 en los tres últimos minutos, fueron el reflejo claro de la situación existente en un pabellón con poca gente y frío para la importancia del partido.

La eliminación por personales de Zoric en el minuto 32 (65-50) y un nuevo contragolpe de Llull (min.33.30) mandaron contra la lona a Croacia (76-53), que dejó de creer en sus opciones. Marc Gasol, con un triple (80-55, min.35), puso la rúbrica a la consecución de una medalla de bronce que certifica el idilio del baloncesto español con el podio.

Por su parte, Francia reina en el Eurobasket por primera vez al vencer en la final a Lituania (80-66).