Sergio Llull, durante un partido de la Selección española | Reuters

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Hace una década que empezó. El idilio de Sergio Llull Melià (Maó, 1987) con la elástica roja. Fue en verano de 2004 cuando el mejor deportista menorquín de todos los tiempos estrenaba convocatoria con una selección española, integrando el combinado junior que se coronó campeón de Europa sub 18, el 18 de julio del referido año.

Un lustro después le llegó su bautismo con la absoluta, coincidente con el primer cénit continental de ésta, en Varsovia '2009. Al año, debut mundialista en Turquía '2010 –sexto lugar–. Dentro de un par de meses, como ayer ratificó el seleccionador Juan Antonio Orenga al anunciar su lista, y como de ningún otro modo se contemplaba, Llull afrontará su segundo Mundial, y para más satisfacción, en nuestro país.

«Orgulloso y muy ilusionado por poder defender la camiseta de la selección este verano y jugar un Mundial en casa», volcó el jugador del Real Madrid en su cuenta de twitter instantes después de hacerse pública la relación de los '12 magníficos' que buscarán a partir del epílogo del próximo mes agosto el segundo oro español en un Mundobasket. El palmarés de Llull con la 'Roja' impresiona, pero carece aún de la presea en el evento planetario, por lo que se advierte esta oportunidad en suelo estatal inmejorable, también dado que se adivina será 'el canto del cisne' de la generación acaudillada por Pau Gasol y Juan Carlos Navarro.

En ocasiones, diez años no es un gran margen, pero en el paradigma Llull, tamaña es la producción de metal generada en ese lapso con la 'Roja' que parecen una eternidad. Desde que la lesión de Jordi Puigarnau, un base cuya carrera posterior no trascendió de residual –incluso jugó en el Jovent de Alaior–, le hiciera un hueco en el combinado sub 18 liderado por Sergio Rodríguez que alzó lo máximo en el Príncipe Felipe maño hace un decenio, la colección de éxitos de Llull con España es extensa. Al mencionado oro sub 18 de 2004 le siguió la plata en el Europeo sub 20 de Gorizia en 2007, otras dos de oro continental, ya con la absoluta –Polonia '2009 y Lituania '2011–, la plata olímpica tras una inolvidable final ante EEUU en Londres '2012 y el bronce de hace un año en Eslovenia, en el que fue partícipe crucial con una excelsa actuación en la final de consolación frente a Croacia (92-66; convirtió 21 puntos para ser el mejor anotador español), torneo en el que además celebró sus 'bodas de platino' con la selección 'A' al rebasar los 75 entorchados. Tres oros, dos platas y un bronce. Un cómputo de seis medallas cuando Llull ni ha cumplido los 27 años para una década prodigiosa con España. En septiembre, toca la séptima.

El Mundobasket arranca el 30 de agosto. Francia, Serbia, Brasil, Egipto e Irán serán los primeros rivales de España, encuadrada en el grupo A, calificado 'de la muerte', con sede en Granada. Allí emprenderá Llull el trayecto hacia la conquista que todavía no exhibe su palmarés, la medalla mundialista. Es lo que procede tras un decenio de servicios a la 'Roja'.