Luis Arbalejo prolonga su carrera en el CAI Zaragoza, con buenos resultados, tras su paso por diferentes clubes de la Isla donde residen sus padres y viene siempre que puede. | M.J.U.

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Luis Arbalejo valora la situación del baloncesto insular con cierta tristeza, al tiempo que justifica las carencias que tiene 'su' Alcázar para confeccionar el primer equipo en la nueva EBA balear y defiende el estado del club tras la crisis. El joven entrenador gallego-menorquín, que acaba de cumplir su segunda temporada como director de cantera del CAI Zaragoza, ha regresado a la Isla para disfrutar de sus vacaciones aunque nunca ha dejado de interesarse por ella tras su larga estancia en varios clubes menorquines. «Echo de menos esto y la calidad de vida que hay aquí, aunque profesionalmente soy un privilegiado porque estoy en un club importante, que crece, y ya está próximo a la altura de los que vienen por detrás de Barça y Madrid; me dejan de trabajar y confían en mi como prueba que acaban de renovarme tres años más», apunta.

Arbalejo, locuaz y sensato, vivió el esplendor y el declive del baloncesto menorquín en sus cinco años en el Alcázar, «en la crítica, yo me considero parte del error que fue sobrevivir en un porcentaje altísimo a costa de las subvenciones públicas. Con lo que recibíamos del Govern, Illesport, Consell y Ayuntamiento haces un EBA profesional, y hoy con ese presupuesto incluido te daría para LEB plata». Analiza el técnico que «no es que viviéramos por encima de nuestras posibilidades, era que entraba mucho dinero y no creo que todos los clubes de Menorca que renunciaron o desaparecieron lo gestionaran mal. Pasaba que las ayudas llegaban tarde, no llegaban o llegaban menos de lo que se había comprometido y así entrábamos en un bucle de pérdidas que desembocó en lo que le pasó al Menorca, Jovent, Ciutadella y al Alcázar».

Recuerda Arbalejo que durante su gestión en el club mahonés «llegué a tener cinco técnicos profesionales en la cantera, con piso y sueldo, por eso no puede decirse que no se invirtiera en la formación; ganamos siete títulos de baleares... había tanto dinero que te metías de cabeza pero quizás es cierto que intentamos volar un poco por encima de lo que podíamos».