El presidente de la Balear, Jaume Estarellas, en primer plano, durante la asamblea de la FEB. | UH

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El baloncesto balear regresa al futuro. Los clubes de 'Ses Illes', tras el eventual y fallido experimento que ha sido el formato de EBA Balear disputado en la presente temporada, recuperan su espacio en la conferencia catalana. La reincorporación será efectiva a partir de la próxima temporada y no ha precisado ni ser deliberada o votada en asamblea, en tanto que la Federación Española entiende que es la única fórmula con la que solucionar el problema del baloncesto balear y así lo impuso en el marco de su última comisión delegada, celebrada el pasado jueves. 

De este modo, el CCE Sant Lluís, además del Bàsquet Pla mallorquín –resta ver si el Andratx hace efectivo su recién conseguido ascenso a LEB Plata– formarán parte del grupo C de Liga EBA en el ejercicio 2015/16, tal y como avanzó este diario en su edición del pasado 16 de mayo. De asumir su éxito deportivo en la tercera liga del país el conjunto andritxol, su lugar lo ocuparía en la EBA Catalana el Arenal Restaurant Can Torrat, primer clasificado de la EBA Balear en 2015 –tres plazas corresponden a ses illes en su 'nuevo' hábitat para 2016. Una posible renuncia de este incluso habilitaría a La Salle Mahón en virtud de su tercera posición en la liga autonómica de la actual campaña (el filial del Pla, segundo, no puede ascender).

La inclusión –o regreso– de los clubes baleares al sector catalán de EBA implicará una ampliación del mismo de 16 a 20 equipos, y a su vez que este se fragmente en dos grupos de diez equipos cada uno (hasta ahora se jugaba una liga única). Cabe recordar que los clubes catalanes, una semana atrás, votaron en contra de dar cabida al basket balear en su grupo, siendo la falta de recursos económicos el principal motivo en que reposó su negativa. Pero la votación ha ejercido como un órgano consultor y no como elemento definitorio.

En ese sentido, las altas instancias federativas no han cedido margen y han optado por intervenir y desbloquear lo que se había convertido en un drama para el baloncesto del Archipiélago, sin capacidad para aumir una conferencia de EBA propia y sin un horizonte que ofrecer a los clubes que alcanzaban el éxito en el escenario autonómico (como ha sufrido el Sant Lluís en la presente temporada, cuya competición oficial no arrancó hasta febrero después de dominar el contexto balear en 2013/14).

Las bases de la competición, en principio, se harán hoy públicas. Al margen, se deberá articular algún tipo de subvención que abarate los desplazamientos a las Islas de los equipos catalanes. El hábitat al que regresa el baloncesto balear resulta un símil del que ocupó en la temporada 2005/06, entonces con el Jovent como exponente menorquín, que terminó en penúltimo lugar, además de Eivissa y Muro (que fue campeón de grupo). En 2006/07, el cuadro de Alaior alteró el tradicional vínculo con Catalunya pasando a un grupo de predominio valenciano, con algún equipo catalán como el Mataró, y otros murcianos o castellanos, idéntico itinerario al recorrido por nuestros siguientes representantes en EBA, CB Ciutadella, Alcázar y hasta el mismo Jovent, hasta que en 2013 se restructuró la liga, en un intento por dotarla de un perfil más regional, lo que no ha cuajado a nivel balear, de ahí el regreso al grupo catalán, el mejor modo de aparcar el tenebroso pasado reciente. Un regreso al futuro para nuestro basket.