El presidente del Sant Lluís, Rosendo Pons, durante una reunión. | Josep Bagur Torres

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El presidente del CCE Sant Lluís, Rosendo Pons, «lamenta» la polémica que se ha desatado entre el entrenador del primer equipo, Joan Martínez, y Paco Seguí, figura histórica del club y asistente de este durante la temporada anterior, quien expuso ayer en estas páginas su disconformidad con la labor del preparador catalán, así como con la decisión de abortar su continuidad como técnico ayudante. Pons «asume» su cuota de responsabilidad en un asunto que «no hemos gestionado adecuadamente», y que espera que el devenir de los días «ayude a reconducir».

«Se trata de una decisión técnica. Respetamos mucho a Paco Seguí, hizo mucho por nosotros y por el club, pero en ningún caso quisimos prescindir de él, sino concederle otro rol dentro del equipo», explica Pons, que asegura «una vez le planteamos un posible cambio de funciones, se sulfuró y la conversación quedó ahí, pero en ningún caso quisimos apartarle de la dinámica del primer equipo».

Acerca de las manifestaciones de Seguí, que aseguró que mientras Martínez permaneciera en el club, él no volvería a pisar Ses Canaletes, el dirigente lluïser subraya que «hablaremos con Paco (Seguí) en los próximos días. Sabemos lo que significa para el club, lo que ha hecho, como jugador y presidente, y también lo mucho que nos ha ayudado. Si estamos aquí (en alusión a la directiva actual del club que él encabeza) es por él, esta es su casa y aquí puede venir cuando quiera».

Pons admite que el 'affaire' «no» es positivo, ni para la imagen del club ni para su funcionamiento, pero reitera su convicción de que se produzca un giro que permita limar asperezas, si bien advierte difícil un acercamiento entre Martínez y Seguí. «Son dos maneras de pensar diferentes», dice, «cosas habituales en un grupo de trabajo», por lo que, sigue Pons, «si dos personas no se complementan, no es coherente mantenerlas juntas».

Acerca de las críticas de Seguí sobre la política de fichajes, Pons matiza que «no tiene por que haber problemas, sabemos cual es nuestra filosofía». «El año pasado vino Barbosa y no cobró, llegó a cambio de un trabajo, y eso es lo que haremos. La EBA catalana es un buen escaparate para los jóvenes, y si viene alguno, no cobrará», apostilla Pons al respecto. Y en su conclusión respecto a Seguí, Pons reflexiona desde la lógica. «Ama mucho el club, no creo que le desee ningún mal, por eso estoy seguro que cuando la cosa se calme un poco, podremos hablar con él y entendernos», zanja el dirigente.