Ayala protege el balón con el cuerpo ante la defensa de un rival | Gemma Andreu

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Nacho Ayala (1989) precipita su retirada del baloncesto profesional. Una decisión que es irrevocable, según admite en estas páginas el ala-pívot natural de Alaior y forjado en la cantera del Jovent. La fragilidad del tendón rotuliano de una de sus rodillas, muy desgastado luego de las serias lesiones que ha padecido el jugador en el último trienio, le obligan a adoptar tan drástica y dura resolución, definida tras recibir diversos diagnósticos médicos que aconsejaban a ello. Finaliza así, con apenas 26 años, el ciclo deportivo a nivel profesional de uno de los más notables jugadores proyectados en nuestra latitud durante el último decenio.

El jugador, que admite «no llevar bien» la situación, tiene previsto fijar su residencia en Mallorca por motivos laborales a partir de abril de 2016. Hasta entonces, su idea sería ejercitarse un día a la semana con el Jovent, y si bien no descartaría disputar algunos partidos a nivel local, así como participar en alguna competición menor una vez se traslade a la vecina isla –como la liga mallorquina de empresas–, su retirada como profesional es «segura». En cuanto a esa otra opción, Ayala madurará la misma y en adelante decidiría.


Duro

Para el jugador, la coyuntura reviste un auténtico drama, «pues es duro, después de 21 años jugando, tener que retirarte a los 26». «Lo cierto es que no lo llevo bien, aunque debo asumir la realidad», expone un Ayala que resalta, el curso previo en que disputó la extinta EBA Balear con el Jovent (después de un largo periodo inactivo a causa de la cirugia), «me sentí bien físicamente. Jugúe hasta treinta minutos en algunos partidos y no sentí dolor, por lo que mi idea era volver a integrarme en algún proyecto de EBA o LEB Plata para esta temporada que ahora está cerca de empezar» –el Sant Lluís ha sido uno de los clubes que se interesaron por él.

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